Bahía Blanca | Sabado, 27 de diciembre

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Zaha Hadid y un hotel rodeando la playa de Okinawa

El edificio sigue las líneas sinuosas de la costa y recurre a materiales locales, de modo de ser completamente amigable con su entorno.

El estudio británico Zaha Hadid Architects ha diseñado un hotel para Not A Hotel, en un sitio costero en Okinawa, Japón.

Su forma, típica del estudio, insinúa movimiento, velocidad y marca una tendencia “futurista” para un futuro que ya llegó.

Ubicado entre un bosque y una playa, el Vertex Hotel incluirá villas, suites y una piscina al aire libre dentro de sus 25.300 metros cuadrados. Estará diseñado para "preservar los ecosistemas costeros y marinos de la isla", de acuerdo a las directrices de las autoridades locales.

El diseño toma su forma curva a partir de la geología de piedra caliza circundante.

"Una continuación de las formaciones rocosas del sitio: el edificio sigue los contornos de la costa, articulados como una serie de terrazas horizontales escalonadas, patios y jardines", dijo el estudio.

Las representaciones conocidas de la obra revelan losas de bordes suaves, que se extenderán desde una fachada vidriada y estarán envueltas a nivel del suelo por una delgada piscina.

Tendrá una estructura modular de componentes prefabricados, destinados a minimizar las alteraciones al entorno durante el proceso de construcción.

Los detalles

La paleta de materiales a utilizar incluirá pino y piedra caliza local, elegidos para integrar el hotel al paisaje, mientras que el hormigón prefabricado tendrá un tono y una textura que evoquen las arenas blancas de las playas.

"El hotel extiende la tradición de la arquitectura de Okinawa, muestra la artesanía de los constructores y artesanos que trabajan con los materiales de la región", afirmó Zaha Hadid.

Toldos curvos con vistas al océano se disponen alrededor de la fachada para formar espacios exteriores sombreados que hacen referencia a los aleros que se encuentran en la arquitectura vernácula.

Las marquesinas escalonadas se integran entre la geología de la costa y la selva tropical, ofreciendo vistas del océano y una conexión con el entorno.

Se priorizará la ventilación natural en las zonas comunes y villas. Las instalaciones se elevarán al menos 6,5 metros por encima de la pleamar para mitigar los riesgos del clima costero.