La Bahía que muestra la FISA
En concreto, es un gran pacto entre el sector productivo y el consumidor, a la vez que permite tener una visión global de lo que produce la ciudad.
Las exposiciones de producción y servicios se celebran desde hace cientos de años en todo el mundo y siempre han actuado como un efecto catalizador en la reactivación y crecimiento económico.
Es una estrategia de promoción, conocimiento e intercambio comercial y social, en donde los actores de diferentes segmentos productivos y sociales se conocen frente a frente.
Estas exposiciones, la FISA en concreto, es un gran pacto entre el sector productivo y el consumidor, a la vez que permite al segmento social del entorno en que se desarrolla, tener una visión de lo que produce su ciudad. La virtud de la Corporación del Comercio ha sido tener esta visión de abrir anualmente una ventana al mundo.
Proveedores de segmentos específicos acuerdan reunirse en un lugar y momento específico, con el objeto de crear sinergias para atraer al mercado comprador, ayudando a generar nuevas oportunidades y contactos de negocio, a obtener información útil para la toma de decisiones, a conocer y, en muchos casos, determinar las tendencias del sector, y a renovar la comunicación con clientes y prospectos.
Con el apoyo del organizador, todos estos objetivos se consiguen a través de una estrategia enfocada en la eficiencia, con una inversión controlada de tiempo y recursos, generando resultados medibles en el tiempo tanto para los que ofrecen soluciones como para quienes las buscan, y con efecto multiplicador.
Los negocios son en esencia una actividad social, una forma de comunicación entre personas que toman decisiones, y por tanto, el encuentro cara a cara facilita la celebración de éstos, creando confianza y poniendo un rostro humano detrás de marcas y productos.
La explosión tecnológica digital a fines del siglo XX y su impacto en la forma en que nos comunicamos, potenció estas ferias, al permitir que la acción y el momento se puedan repetir alrededor del mundo en imagen, sonido e intercambio de ponencias. Esta ampliación de fronteras ha sido altamente beneficiosa para el resultado buscado en estos eventos.
De hecho, la pandemia, que nos aisló y paralizó, permitió la realización de la primera FISA virtual en 2021.
Y Bahía tiene mucho para mostrar. Algunos la conocen por su Puerto, otros por sus universidades, otros por el Polo Petroquímico, otros por su Parque Industrial, y hasta por su aspecto turístico. Tenemos una ciudad industrial, universitaria, un nodo energético, otro nodo ferrovial y el aglutinador de todo, el Puerto.
Esta feria nos permite ver representados en un solo lugar a este aspecto de la producción regional en un solo lugar, a la vez que lo muestra al mundo.
En estos tiempos de gran incertidumbre y eventos disruptivos a escala global, la FISA puede ser un fuerte indicador de optimismo en el círculo industrial, y de normalización de la actividad de negocios para nuestra región, contribuyendo a la normalidad, a la convivencia y a una visión más optimista del futuro.