Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

Bahía Blanca | Viernes, 11 de julio

"Los médicos me dijeron que es un milagro que esté vivo", mencionó la mamá de Darian

Marcela Paz contó que su hijo fue sometido a una nueva cirugía ayer y que "sus vértebras se están soldando".

Foto: archivo-La Nueva.

   La mamá del joven bahiense Darian Stacco, quien el último 26 de marzo sufrió un terrible accidente en Cozumel, México, contó que su hijo fue intervenido quirúrgicamente ayer y que salió "muy bien".

   "Día 19. Hoy mi ruso salió muy bien de la cirugía, había infección y prontito se vuelve a intervenir. Sigue muy estable; hoy me encontré que ya necesita muy poquito oxígeno y que sus vértebras se están 'soldando' ...no hay daño neural tampoco", relató desde Capital Federal.

   En el mismo posteo en sus redes sociales, Marcel Paz mencionó que "me dijeron los médicos que es un milagro que esté vivo, por toda la historia clínica y estudios que enviaron desde México y por el terrible impacto que recibió".

   Darian fue embestido por un móvil policial de la Dirección de Seguridad Pública cuando transitaba en motocicleta junto a su amiga Luz Arias, a quien debieron amputarle una pierna y ya se encuentra en Bahía Blanca desde el último domingo.

   "Para los católicos es Viernes Santo, dónde Jesús en su calvario es acompañado por su madre María y somos muchas mamás que estamos atravesando distintos calvarios con el mismo dolor por nuestros hijos", señaló.

   "Hasta el domingo me voy a llamar al silencio —continuó—, porque necesito un reencuentro conmigo misma, canalizar mis emociones y poner una minifichita a mi salud para poder seguir con todo este proceso. Solo Dios conoce mi corazón y él sabe todos mis anhelos y todo lo que siempre le ofrecí".

   "Dari tenía su pasaje de regreso el 2 de abril y fue el día que arribó al país. ¿Coincidencia? ¿Dioscidencia?", mencionó.

   "El domingo es Pascua de Resurrección, el paso de la muerte a la vida, y es eso lo que deseo para mi ruso, una nueva vida, plena y equilibrada. No hay una palabra que defina lo que siento por todo lo que he recibido, pero lo que sí sé es que cada persona que se sumó tiene una filosofía de vida parecida o igual a la mía. Dios los bendiga", completó Marcela.