Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Ley de Alcohol cero: importante pero no suficiente

Las leyes ayudan pero el cambio cultural es indispensable.

   Luego de idas y venidas, críticas y discusiones, el proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante que impulsa el Gobierno de la provincia de Buenos Aires obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores y ahora deberá ser aprobado en Diputados para convertirse en ley.

   La medida de cero tolerancia al consumo de alcohol para quienes conducen un automóvil es una propuesta que impulsan varias entidades relacionadas con la seguridad vial, como también padres y madres de víctimas de accidentes de tránsito en todo el país.

   En Argentina, 11 provincias y más de 40 municipios tienen una normativa de alcohol cero al volante. La medida apunta a disociar de manera contundente y sin medias tintas el consumo de alcohol por ser una de las principales causas de siniestros viales graves.

   La Organización Mundial de la Salud indica que “conducir bajo los efectos del alcohol o de cualquier sustancia psicoactiva aumenta el riesgo de un accidente con desenlace fatal o lesiones graves”. El Ministerio Público Fiscal determinó que las autoridades detienen a un conductor ebrio cada dos horas.

   Ante semejante contundencia en cuanto al riesgo que significa conducir luego de haber consumido alcohol, es indudable que la ley de tolerancia cero sumará un límite más estricto para una conducta que pone en riego vidas humanas.

   Sin embargo es clave que se genere un cambio cultural en la sociedad, que cada persona asuma de manera cierta que no sólo comete un delito si conduce luego de tomar sino que además está actuando con una condición inadecuada para manejar.

   La ley va a ayudar, pero es claro que el cambio de tolerancia de 0,5 a 0 gramos de alcohol no será suficiente si no se modifican las conductas y se toma con completa seriedad el riesgo real que significa, para todos y cada uno, conducir si se ha bebido. Es hora de tomarlo en serio.