Tras más de cinco horas de protesta, liberaron la ruta hacia Monte Hermoso

Redacción de La Nueva.

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   Un grupo de guardavidas realizó una protesta en el acceso a Monte Hermoso, con el corte de la ruta provincial 78 a la altura del puente. La fila de autos, en el momento más álgido, llegó casi hasta el cruce con la ruta nacional 3.

   Transcurridas más de cinco horas y con la llegada sobre el mediodía de la Policía, incluido el propio Aldo Caminada, titular de la Superintendencia de la Región Interior Sur, quien se puso al frente del operativo, se logró despejar la ruta.

   Desde las 12 quedó un carril "habilitado" y cada cinco minutos fueron pasando los vehículos por tandas, con prioridad para quienes querían acceder al balneario. Luego, pasadas las 13, la liberación fue total.

   Previamente se vivieron momentos de tensión porque los guardavidas no querían ceder e incluso algunas personas los increparon al pasar. 

   De acuerdo a lo manifestado en redes sociales, los bañeros exigen "la inmediata intervención de la Provincia y de su principal responsable, Axel Kicillof". 

   Puntualmente, piden la reincorporación de 30 rescatistas que, según aseguran, fueron apartados por reclamar derechos laborales y la aplicación de la ley 14.798. "La situación es desesperante", señalaron.

   Las protestas de este grupo no son nuevas. El mes pasado, desde la comuna montehermoseña se señaló a “La Nueva.” que el gremio que agrupa a estos guardavidas no es reconocido por la Municipalidad, ya que el “único que se reconoce es la Asociación de Trabajadores Municipales de Monte Hermoso, con quien se cierran paritarias y se llevan a cabo las mesas negociadoras”.

   “Son algunos exempleados, que trabajaron durante la temporada pasada, que no representan a los guardavidas que están trabajando”, señaló el secretario legal y técnico, Mariano Prieto.

   Según informó a este diario gente que sufrió el corte, en un principio solo dejaban pasar libremente a ambulancias y discapacitados. Y a cuentagotas, a algunos autos particulares.

   Por ejemplo, personas que se trasladaban a la localidad balnearia en combis optaron por bajarse e ingresar a pie.

   Incluso, una mujer que bajó de su vehículo y no observó que el tránsito se había reanudado sufrió la embestida de una casilla rodante que era tirada por una camioneta y debió ser asistida.

   Otros vehículos comenzaron a desviarse por caminos alternativos. Mientras lo hacían, insultaban a los manifestantes.

   Hoy, 31 de diciembre y justo antes del inicio del primer fin de semana de enero, se espera que la caravana hacia la localidad balnearia siga muy nutrida durante toda la jornada.