Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La UOCRA pide conformar un “comité de crisis” en resguardo del empleo y la producción

Gerardo Martínez, líder del gremio de la construcción a nivel nacional, reclamó la creación de una mesa tripartita junto al Estado y empresarios para evitar un parate profundo en la actividad privada.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   Por el freno casi total en la economía por el coronavirus y la cuarentena, en la construcción empezaron a encenderse las luces de alarma. 
Temen que por la paralización total de todas las obras privadas y gran parte de la pública, se produzca una ola de despidos masivo en el sector.

   En ese marco, el secretario general de la Unión Obreros de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez, reclamó la conformación de un “comité de crisis” basado en la defensa del empleo y la producción.

   La intención del sindicato de la construcción es evitar una parálisis total de la actividad privada que repercuta en la pérdida de cientos de miles de puestos de trabajo, en medio de la cuarentena obligatoria por el avance del coronavirus.

   “Es una preocupación estructural que deberemos encarar con un comité de crisis”, señaló Martínez sobre la iniciativa a la que consideró “fundamental”, a la vez que resaltó la “excelente” estrategia sanitarista de Alberto Fernández.

   El dirigente destacó la necesidad de generar una mesa tripartita entre sindicatos, empresarios y el Estado para atender la situación del desarrollo productivo “en la misma dimensión del comité de sanitaristas, infectólogos que rodean al presidente”.

   El titular de la UOCRA reclamó mecanismos para acompañar a que “la actividad privada pueda seguir manteniendo su ritmo de trabajo porque tenemos que pensar en el ahora y el día después“, dejando en claro su preocupación por la situación de los 1.500 despidos que anunció Techint y al cual se le impuso la conciliación obligatoria a pedido del gremio.

   Al mismo tiempo, y en el marco de la cuarentena obligatoria, el sindicalista realizó una distinción entre el impacto que genera el aislamiento en la actividad privada y en los trabajadores estatales.

   “El trabajador del Estado hoy no trabaja, cobra y no tiene ninguna pérdida de beneficios. Los trabajadores de la actividad privada perdemos todo. Los trabajadores de la construcción ni siquiera pueden cobrar el seguro de cese”, describió.

   Y concluyó: “Necesitamos, con el equipo de desarrollo productivo, ir analizando la problemática de la actividad privada con la misma dimensión, el mismo voltaje y el mismo interés como se atiende el tema sanitarista. Tenemos que tener un equipo que esté analizando qué pasa con las actividades que hacen al desarrollo productivo de la Argentina, porque si no todos vamos a querer ser empleados del Estado”.

En picada

   Fuentes sindicales hablan de una la posible pérdida de unos 100.000 puestos de trabajo en la actividad ya en los próximos dos meses.

   A comienzos de marzo en la construcción estaban empleados alrededor de 320.000 trabajadores.

   Según fuentes empresarias y sindicales, la actividad lleva 22 meses de caída continua y 47.000 puestos de trabajo perdidos entre noviembre y febrero.

Un sistema especial

   Diferente a otras actividades, la de la construcción es temporal. Más allá de que un albañil tenga continuidad laboral, sale de una obra que concluye para arrancar en otra que se inicia. No existen las indemnizaciones cuando se termina el trabajo.

   Por eso, los operarios tienen un régimen especial por el que aportan todos los meses a un fondo de desempleo. Mientras trabajan, el empleador deposita en el "Fondo de Cese Laboral" el 12% del salario mensualmente durante el primer año de la relación laboral y el 8% a partir del segundo año.

   "Los fondos se depositan en una cuenta bancaria, generan intereses para el trabajador y son inembargables", explicaron en la UOCRA.

   Los trabajadores de la construcción cobran por quincena. Por lo general se les paga por 44 horas semanales (son 88 horas por quincena y 176 mensuales) y tienen una bonificación del 20% en caso de asistencia perfecta más algún porcentaje extra dependiendo de la actividad, por ejemplo si se trabaja con hormigón.