Por qué se negó a la domiciliaria un condenado por homicidio
Rubén Darío Fisch, culpable por el crimen del quiosquero Alejandro Mieres, había obtenido el beneficio pero, por ahora, quiso quedarse en la cárcel. Los motivos.
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El homicida del quiosquero Alejandro Mieres, Rubén Darío Fisch, recibió el beneficio del arresto domiciliario por ser paciente con HIV y estar en el grupo de riesgo por el Covid-19, aunque por el momento rechazó la morigeración y seguirá en la cárcel.
El detenido, condenado a 18 años de prisión por el delito consumado en 2003 y al que le habían negado la libertad condicional en febrero pasado, desistió de la posibilidad de volver a la casa de su pareja, en Coronel Suárez, pero por un motivo puntual.
En un acta que labró el personal de Vigilancia y Tratamiento de la Unidad Penal N° 4, Fisch dejó en claro que prefiere no ir a esa vivienda porque en las cercanías vive un hombre con el cual su familia tiene problemas. Ese vecino, incluso, fue denunciado por un delito en perjuicio de la familia del condenado.
"Quiere evitar cualquier tipo de inconvenientes y preservar a su familia y a él mismo, que no lo vayan a provocar", explicó una fuente judicial.
Buscará otra vivienda
En el escrito, además, el recluso aclaró que "en los próximos días fijará un nuevo domicilio".
El Juzgado de Ejecución Penal le había otorgado el arresto domiciliario por estar en la fase final del cumplimiento de pena. Lleva más de 16 años entre rejas y al menos en los últimos 8 tuvo conducta ejemplar 10.
"Si bien el delito es grave, ya está en la última etapa de la condena, a un año de agotar pena", agregó otra fuente.
Por otra parte, el médico de la unidad carcelaria aconsejó su traslado del lugar debido a la patología que sufre. Un vocero de la defensa reconoció, además, que la medicación no le estaba llegando en tiempo y forma.