Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

Bahía Blanca | Sabado, 12 de julio

El homicida del quiosquero Mieres tendrá que continuar en la cárcel

Le negaron la libertad condicional a Rubén Fisch. Lleva 16 años detenido por el sangriento robo en Lamadrid 68, durante 2003.

   Rubén Darío Fisch, quien lleva 16 años en prisión por el homicidio en ocasión de robo del quiosquero Alejandro Avelino Mieres (51), tendrá que seguir en esa condición por disposición de la justicia de nuestra ciudad.

   Es que la Cámara Penal rechazó una apelación de su defensa y confirmó que, al menos por ahora, no obtendrá la libertad condicional que reclamaba.

   Fisch cumple una condena a 18 años de cárcel que le impusieron por el resonante delito, consumado la madrugada del 1 de julio de 2003 en el local de Lamadrid 68.

   En medio del asalto, Mieres recibió un disparo calibre 32 en el brazo izquierdo, que ingresó en el tórax y le provocó una hemorragia masiva.

   El acusado fue condenado en febrero de 2005 y al cumplir la mitad de la pena obtuvo el beneficio de las salidas transitorias, aunque incumplió la medida y se le revocó.

   Hace algunos años volvió a pedir esa medida pero la Sala I de la Cámara Penal se la rechazó y ahora, los mismos jueces -Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou- desestimaron un planteo de libertad condicional, pese a que temporalmente podría recibirla.

Apelación rechazada

   El doctor Alejandro Figueroa Prieto, auxiliar letrado de la Defensoría Oficial, apeló la resolución que había tomado en ese sentido el juez de Ejecución Penal, doctor Claudio Brun.

   Planteó que el magistrado solo tiene en cuenta la cuestión psicológica y que la concesión o denegación de un regimen alternativo "corresponda que sea valorada a la luz del cumplimiento o el incumplimiento de los objetivos que integran el programa de tratamiento individual".

   Sin embargo, la Cámara coincidió con Brun y determinó que es insalvable el informe negativo contra Fisch.

   "Considero, en ese sentido y contrariamente a lo afirmado por la defensa, que los aspectos psicológicos del penado que constan en el informe realizado por los profesionales de la Asesoría Pericial Departamental (...) no revelan ningún tipo de exigencia de posicionamiento moral o sentimiento de culpabilidad del interno, como afirmara el apelante", explicó Barbieri, con la adhesión de su colega Soumoulou.

   En la misma línea, explicó que la decisión del juez se fundó en "reservas de orden psicológico", que no se relacionan con el posicionamiento del interno respecto del delito por el que se lo condenara, sino con aspectos de su personalidad.

"Sus propios intereses"

   ¿Qué dice el análisis de los profesionales? "El interno presenta un tipo de pensamiento predominantemente concreto, con limitadas posibilidades de reflexionar sobre sus conductas" y también "modo desafectivizado de hablar, dificultades para registrar y comunicar sus afectos y sentimientos".

   Los psicólogos remarcaron que Fishc tiene "afectividad egocéntrica", es decir que los otros son importantes en la medida que puedan satisfacer sus necesidades o demandas.

   "En el intercambio con el otro procede de acuerdo a sus propios intereses y deseos, presenta limitada capacidad de autocrítica y predominan mecanismos defensivos de negación de problemáticas o aspectos hostiles".

   A su vez, confirmaron que demuestra un "acotado repertorio de mecanismos defensivos" y que su capacidad de resolución de conflictos "es pobre".

   "Predomina la satisfacción de sus propias necesidades y limitaciones en la capacidad empática. Su registro de las necesidades y estados de ánimo del otro es deficitario".

   En consecuencia, concluyeron que, por características de personalidad, y de encontrarse en un medio sin controles, "no se puede excluir a futuro situaciones de riesgo de violencia para sí y terceros".

Ya había incumplido una salida transitoria

   Durante 2015, al cumplir prácticamente la mitad de la pena, Rubén Darío Fisch obtuvo el beneficio de las salidas transitorias, cada 15 días.

   Sin embargo, en una de esas medidas -que, según se supone, tiene por objetivo la resocialización del interno- incumplió el protocolo y directamente se le suspendió el beneficio.

   Fue en abril de ese año, cuando la policía, que patrulalba preventivamente la zona del barrio Obrero, lo sorprendió mientras circulaba en moto por Chiclana al 2000.

   En ese momento debía estar, obligatoriamente, en el domicilio que había fijado para esa salida y no en la vía pública.

   Para llegar a la condena que lo llevó a prisión, a Fisch lo comprometieron dos testigos clave.

   Uno fue un hombre que declaró en la causa -aunque no en el juicio- y dijo que Fisch, a quien conocía, le había confesado: "Al ‘Negro’ Mieres lo maté yo, necesitaba la ‘guita’ y le dije ‘perdoname, pero dame la plata’. El se agachó y yo pensé que iba a sacar un arma y disparé”.

   Otra declaración importante fue la del remisero que lo trasladó desde el escenario del grave delito, cometido en 2003.

   Declaró el chofer que ni bien Fisch subió al auto lo notó apurado y nervioso y le pidió urgencia. Lo trasladó hasta el barrio Spurr.

   "Cualquier cosa, vos a mi no me viste o no me trajiste", le habría dicho antes de bajar del coche. 

   Tan alterado estaba el pasajero que el chofer decidió volver al lugar céntrico y descubrió la presencia de la policía, que ya había sido alertada por el homicidio.