Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Psicólogas bahienses, preocupadas por la salud mental durante la cuarentena

Armaron un grupo, denominado "Yo vengo a ofrecer mi corazón", que ya tiene más de 700 miembros.

Por Pablo Andrés Alvarez / palvarez@lanueva.com

   La preocupación por el impacto que provocará la cuarentena motivó que psicólogas bahienses abrieran un grupo en Facebook para atender a todas aquellas personas que lo crean necesario, de manera accesible y rápido.

   Se puede encontrar en esa red social como “Yo vengo a ofrecer mi corazón” (ya tiene más de 700 miembros) y es coordinado por la licenciada bahiense Andrea Casali (MP 092).

   “Este grupo fue creado con el fin de brindar apoyo y asesoramiento psicológico a aquellas personas que buscan respuestas sobre cómo afrontar los distintos momentos emocionales que se generan en la evolución de esta pandemia, la cual nos afecta y por ende, cambia nuestras vidas”, explicó Casali.

   Y añadió: “El impacto en la Salud Mental de la cuarentena es amplio, sustancial y puede ser duradero. Los efectos psicológicos de no aplicarla y permitir que la epidemia se propague, podrían ser aún peores. Necesitamos comprender la realidad y entender que hacemos lo correcto permaneciendo en casa”.

   Para la profesional bahiense es fundamental y altamente preventivo respetar y administrar saludablemente las etapas emocionales que se van atravesando, a los  fines de no sobrecargar, generar y acentuar el agotamiento y confusión mental.

   “Hoy toca gestionar de manera eficaz, los efectos emocionales de la pandemia y el aislamiento.  Los factores psicológicos de esta experiencia inédita de reclusión colectiva se pueden resumir en tres facetas que debemos controlar: los pensamientos, las emociones y las acciones”.

   Según Casali, lo importante no es lo que nos pasa, sino qué pensamos sobre lo que nos pasa.

   “El mundo de los pensamientos nos ayuda a soportar las situaciones estresantes que generan ansiedad. En ese sentido, la realidad es la que es y va a durar, así que tenemos que prepararnos, como cuando precalentamos antes de hacer ejercicio. Debemos pensar en lo que vamos a decirnos a nosotros mismos para entender que lo que estamos haciendo es lo correcto”.

   Para empezar, lo primero que debemos hacer es desechar la tentación de enojarnos con los responsables de que el Covid-19 nos tenga recluidos en casa.

   “Habrá habido errores, se habrán podido equivocar, pero ahora no nos sirve de nada lamentarnos, vamos a pensar que tenemos que hacer las cosas bien”.

   Y añadió: “Estos primeros días aún estamos todos que no podemos creer lo que nos está pasando, pero quizá el peor período puede ser a partir de la segunda semana, sobre todo si se alarga; no sabes qué hacer, se te cae la casa encima y se te puede empezar a alterar el sueño. A veces lo mejor es el silencio y la comprensión, dejar a la gente tranquila, sin necesidad de dar lecciones”.

   Según Casali, en poco tiempo se crea una crisis de vulnerabilidad, psicológica y fisiológica.

   “Porque el confinamiento te hace perder la libertad en el sentido más amplio: no eres tú, sino un esclavo. La clave está en “intentar normalizar la vida con los recursos que tenemos. Hoy se te pide solo dos cosas: prevenir los contagios y responsabilidad social. Lo que hagas hoy impactará en eso que te preocupa de mañana”.

   Y cerró: “Ya habrá tiempo suficiente de balance existencial”.