Drogas Sintéticas II: condenan a la banda que tendría "protección" de un fiscal

Redacción de La Nueva.

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   El Tribunal Oral en lo Criminal Federal condenó a 8 acusados de vender drogas sintéticas en fiestas electrónicas y boliches de nuestra ciudad y Punta Alta, en el marco del caso que se denominó Drogas Sintéticas II, descubierto hace poco menos de 2 años.

   Se trata de un grupo que supuestamente tenía "protección" del fiscal federal Alejandro Cantaro, quien se encuentra procesado por ese delito y es tío de Gastón Gauna San Millán, prófugo por esta misma causa.

   Facundo Texido, de 31 años; Maximiliano Ezequiel Borja (29); Emiliano Gastón Lucanera (37); Gastón Eduaro Sáenz (46); Federico Raúl Hernando (29) y los hermanos Pablo Horacio (44) y Gustavo Rafael Nogales (45) recibieron entre 4 años y 4 años y 8 meses de prisión, todos por el delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad comercio.

   A Natalia Belén Moscardi (24), en tanto, le impusieron un año de prisión en suspenso por la tenencia simple de drogas.
 

   El fallo fue dictado por el juez subrogante Pablo Larriera, por secretaría de la doctora María Cecilia Yapur.

   Al momento de las detenciones y los allanamientos, en abril de 2018, la Prefectura había secuestrado en total unas 600 dosis de cocaína fraccionada para la venta, 21 pastillas de éxtasis, 5 plantas de marihuana, 200 gramos de cannabis y 1.500 semillas de esa droga, medicamentos, elementos de corte, balanzas, decenas de teléfonos celulares, armas de fuego y unos 150 mil pesos.

   El juez tuvo en cuenta distintas medidas de prueba, como las intervenciones telefónicas y las tareas de inteligencia que incluyeron la intervención de policías encubiertos, de civil, en los lugares de esparcimiento donde se vendían las drogas (boliches, cervecerías y salones particulares).

   De esa manera se establecen los vínculos, las conexiones y la intervención de cada uno en la cadena de venta, muchas veces bajo el uso de términos como "asado", "fa", "gasoil", "pinturas", "sweaters", "paraguas".

   También se estableció que algunos de ellos usaban en principio la comunicación a través de redes populares y después buscaron ser más cautelosos mediante Telegram.

   El secuestro de drogas, elementos de corte y otras pruebas en los domicilios apuntalaron el resto del cuadro de cargo.

   Lo que no pudo llegar a probar es la conformación de una asociación ilícita. 

   "De las probanzas surge que, si bien existe una interrelación entre los imputados Texido, Lucanera y Sáenz, y se aprecia una distinción de roles entre quienes comercializaban al menudeo y quienes oficiaban eventualmente de proveedor o nexo para casos determinados, el vínculo
ocasional descripto no alcanza a conformar una intervención de tres o más personas con un grado de organización", dijo Larriera.