Federico Baeza (h): por la puerta grande

Redacción de La Nueva.

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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Hace 56 años, en agosto de 1963, el Concejo Deliberante local designó a Federico Baeza como intendente municipal.
Las elecciones de un mes antes asignaron, a partir del sistema proporcional por entonces vigente, seis bancas a la Unión Cívica Radical (UCR) del Pueblo, cuatro a la Unión Vecinal, cuatro al Partido Socialista, tres a la UCR Intransigente y tres a la Unión del Pueblo Argentino (Udelpa).

Entre ellos debían designar al nuevo jefe comunal. "Si bien el cálculo favorece al Doctor Federico Baeza (h), no se descarta un factor sorpresa", publicó este diario al analizar la contienda. El peronismo estaba ausente, proscripto como partido.
De acuerdo a las conjeturas previas, Baeza obtendría el apoyo de la UCRI y de los socialistas. La Unión Vecinal, que postulaba a Juan José Martín como jefe comunal, sumaría, por su parte, la adhesión de Udelpa, por lo cual podía tener ciertas expectativas.
El día de la sesión, un ambiente de enorme expectativa reinaba en el recinto. A las 16.35 se realizó la primera votación, en la cual nueve concejales obtuvieron votos: Baeza 6, Martín 3, Alfredo Fichter 3, Manuel Muradás 2, Ramón del Río 2, Alejandro Pérez, Guido del Punta, Alberto Cabré y Juan Cittá, uno cada uno.

Al no obtenerse la mayoría necesaria para ganar (11 votos), se realizó una segunda votación, tras un cuarto intermedio plagado de reuniones. 
En esta segunda vuelta, Baeza consiguió 10 votos, Martín 3, Fichter 3, Muradás 2, Cittá 1 y Cabré 1. El resultado obligó a una tercera ronda, en la cual el tercer el socialismo finalmente se inclinó por Baeza.

"Deseamos que Bahía Blanca tenga un intendente que entre por la puerta grande y no por la ventana", dijeron al justificar su vito. Idéntica postura tomaron la Unión Vecinal y Udelpa. Baeza fue designado entonces por unanimidad. 
Su gestión culminó con el golpe militar de 1966.