Los espejos y el Feng Shui: secretos y cuidados
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El espejo encierra en sí todos los secretos y misterios que la historia humana necesitó guardar en él. Convertido en mágico, ganó protagonismo en leyendas y cuentos infantiles al proyectar imágenes que ocurrieron en el pasado o que sucederán en el futuro. Por su poder de reflejar la realidad, desde la Antigüedad fue considerado como símbolo del conocimiento, de la verdad y de la “claridad”
Bien ubicado, el espejo sirve para recuperar zonas ausentes, activar sectores débiles, disimular formas agresivas, ampliar espacios reducidos.
Los espejos rotos, desgastados u opacos se convierten en emisores de energía dañina, de la misma manera en que aquellos que, aún estando en perfectas condiciones, reflejan imágenes desfavorables.
Hay que evitar los que reflejan puertas o ventanas: su efecto rebote impide la entrada de energía vital.
Son favorables los que tienen marcos de metal, madera, entelados, con formas onduladas y aquellos que reflejan imágenes positivas: flores, plantas, un paisaje hermoso, una obra de arte positiva.
Ubicación
No se aconseja en dormitorios, porque las energías electromagnéticas se amplifican y afectan el descanso.
No deben reflejar el fuego de la cocina ni enfrentar la puerta de un cuarto de baño.
Tampoco es favorable que refleje sectores sin armonía: una canasta de ropa sucia, latas de basura, cables eléctricos y tomas de corriente, papeles archivados como diarios y revistas o facturas y cuentas a pagar pendientes.
En el comedor son positivos para reflejar la mesa y sus comensales, una obra de arte, una fuente de agua.