Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Prisión preventiva confirmada por el doble crimen de un hombre y su hijo

En una quinta de Juan A. Pradere, hace 5 meses, Rubén Angelosante discutió con sus vecinos por la supuesta desaparición de un chancho.
Foto: Archivo LN.

   El acusado por el doble homicidio de un hombre y su hijo en Juan A. Pradere, consumado hace 5 meses, tendrá que seguir en prisión, al menos hasta el juicio oral.

   Es que la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de nuestra ciudad entendió que existen elementos de prueba en contra de Rubén Fabián Angelosante (39) y le confirmó la prisión preventiva que había dictado el juez de Garantías Nº 2, Guillermo Mércuri.

   De esa manera, la Sala I, con los votos de los doctores Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou, rechazó el recurso que había presentado el defensor particular del imputado, Julio Czerniecki.

   Angelosante está sospechado de terminar con la vida de Miguel (59) y Juan Manuel Mayer (18), cuyos cuerpos fueron encontrados en el sector de corrales, junto a un alambrado del campo Los Servos, en la colonia La Graciela, a 14 kilómetros del centro de Pradere.

   El caso es aún más conmocionante por la banalidad del móvil que habría motivado el ataque: el faltante de las tierras de Angelosante de un chancho padrillo. El hombre acusó a sus vecinos y la discusión derivó en la tragedia.

   El hecho se cometió el 13 de marzo de 2017, entre las 9 y las 10. Mayer padre murió por una fuerte contusión en el cráneo, mientras que su hijo recibió un tiro en el pecho que le atravesó la aorta.

Testimonio contundente

   Un testigo, al que la justicia identificó como A.A.D., fue clave para reforzar el cuadro probatorio contra el presunto homicida.

   Dijo que vio a Angelosante cuando se dirigió a la zona de las víctimas -y donde luego aparecieron los cuerpos- y regresó con una marca de golpe en la cara.

   Ingresó en su vivienda un instante, salió con un arma de fuego en la mano, luego se la colocó en la cintura, al grito de “...voy a ajustar cuentas”.

   El hombre, según el testigo, volvió al lugar del hecho y luego se escucharon varios detonaciones compatibles con disparos, pudiendo observar al procesado cuando regresó desde el campo vecino con el arma.

   Para los camaristas, el testigo, en sus diversas declaraciones, se mostró coherente y fiable.

   Reconocieron que pudo mostrar alguna “oscilación”, aunque él mismo admitió que le costaba declarar ante los defensores particulares, por la relación que tiene con la familia del acusado.

   “Destaco que la credibilidad del testigo, sin embargo, no se ve afectada por esas circunstancias y tengo especialmente en cuenta el contenido de la declaración brindada y la consistencia que ha mostrado su relato en las diversas oportunidades en las que se manifestó”, dijeron los jueces.

   Los dichos del testigo se corroboraron con el informe médico del acusado, donde consta que presentaba una contusión en la región malar derecha.

   “En atención a lo que surge del conjunto de elementos de convicción reunidos, entiendo que se encuentra acreditada la autoría del imputado con el grado de probabilidad necesario para disponer su prisión preventiva”, agregaron.