Bevilacqua y el massismo, un rumor que duró poco más de un año
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Desde que Dámaso Larraburu, el jefe político del intendente Gustavo Bevilacqua, se pasó al Frente Renovador (FR) antes de las Elecciones Legislativas 2013, la permanencia del mandatario en el Frente para la Victoria (FPV-PJ) siempre estuvo en duda.
Finalmente y tras poco más de 1 año, el jefe comunal oficializó el pase a las filas del massismo esta mañana.
Bevilacqua, de 51 años, llegó a la Intendencia luego de que la lista que lideraba Cristian Breitenstein ganara con el 44,4 por ciento de los votos en las Elecciones de 2011.
De ser el primer candidato a concejal, pasó a ocupar el Sillón de Bordeu en Alsina 45 como jefe comunal interino.
Si bien la relación entre el ministro y Bevilacqua nunca fue la mejor, mantuvieron siempre un diálogo cordial a través de los medios, asumiendo su pertenencia al FPV.
Es que, además de ser un asesor del Municipio, Larraburu fue un amigo de toda la vida de Bevilacqua.
Referentes K vinieron durante la campaña a "darle un abrazo" a Bevilacqua.
En una ocasión pasaron el gobernador Daniel Scioli, el candidato a diputado nacional Martín Insaurralde, el ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el vicepresidente Amado Boudou.
Distintos personajes del propio FPV lo criticaron por no haberle dado fuerza a la campaña en las Primarias y lo culparon por el magro 13% que obtuvo la lista de su candidato Matías Italiano.
La "colectora" que lideraba Gustavo Mandará (FPV-27 de Octubre), y que auspiciaba el diputado Marcelo Feliú, competía como "la verdadera lista que peleaba por Cristina Kirchner", según sus integrantes, quienes decían que la de Bevilacqua la había armado Larraburu.
El concejal oficialista Ramiro Villalba denunció también que algunos funcionarios municipales buscaban fiscales para Sergio Massa.
"Yo estoy satisfecho", dijo Bevilacqua a los medios tras las PASO y consideró que los rumores sobre su pase al massismo eran parte de la "charlatanería en política".
El resultado no varió en las Elecciones Generales. "Larraburu es el principal ganador", dijo el intendente, quien en esa oportunidad mencionó que nunca tuvo diálogo con Massa.
El jefe de Gobierno bahiense mantuvo su permanencia luego de los comicios y siguió afirmando que apoyaba el proyecto liderado por la presidenta Cristina Kirchner.
De hecho mencionó varias veces que su referente político era el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez.
Con el correr de los días, y luego de que se confirmara su condición de intendente tras la renuncia definitiva de Breitenstein, se fue alejando.
Mencionó que se "sintió muy maltratado" en el Frente para la Victoria y cambió su sentido de pertenencia del FPV al "Justicialismo". Además, destacó preocuparse por la gestión antes que por las banderas políticas.
En enero de este año el intendente fue un poco más allá. Se contactó con Massa para pedirle que sus concejales apoyaran el Presupuesto Municipal 2014.
En ese entonces, cuando se le consultó por su posicionamiento político, afirmó que, al momento de tener que elegir, iba a adherirse al político que "más lo haya ayudado a favor de la ciudad".
Desde ahí, todos los rumores se hicieron más fuertes. Dos meses después Massa vino a Bahía y se lo recibió en Alsina 65. Intercambiaron regalos y fotos.
Al salir, Massa tiró: "El año pasado decíamos que había un Bevilacqua bueno (en referencia al concejal por Villarino y hermano del intendente de nuestra ciudad, Carlos) y otro malo. Ahora son los dos buenos".
Por esos días, el legislador nacional K y exintendente de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara, le pidió que se "vaya al massismo de una vez por todas".
Además, el intendente massista de San Isidro, Gustavo Posse, vino a la ciudad y manifestó que estaba contento porque veía que con Bevilacqua iban a "estar juntos".
En distintas oportunidades Larraburu comentó que el jefe de Gobierno no estaba en el Frente Renovador y que tampoco era su intención. Además, negó que vaya a ser candidato en 2015.
Asímismo el dirigente massista indicó que tiene influencia sobre algunas decisiones municipales.
Pero no fueron solo declaraciones suyas o de los principales protagonistas. Varios funcionarios fuertemente identificados con el kirchnerismo dejaron sus puestos porque no compartían la avanzada massista en el Municipio.
Alejandro Curino y Federico Bugatti fueron dos de los que reconocieron diferencias políticas. En tanto que también se alejó Diego Palomo y muchos jóvenes de la División Juventud.
En el Concejo Deliberante, la brecha entre los ediles alineados a Breitenstein y los que siguen a Bevilacqua se hizo cada vez más grande.
Por un lado están Santiago Mandolessi Burgos, Gisela Gigliani, Ramiro Villalba, Luis Serra y Soledad Espina, y por el otro Rafael Morini, Ricardo Pera y Matías Italiano.
Esta semana, luego de que medios nacionales insistieran en que Massa sumó un nuevo intendente, los ediles del ministro le pidieron a Bevilacqua que "clarifique" su situación.
Villalba lo instó a que deje de "ser una ensalada de frutas"y aseguró que el jefe comunal tiene "de todo menos huevo".
Lo último fueron las declaraciones del diputado Ricardo Moccero, quien aseguró que Bevilacqua se "sentía muy presionado por Larraburu".
La respuesta de funcionarios y concejales del jefe comunal no tardaron en llegar: el secretario de Gobierno Fabián Lliteras afirmó que el legislador dijo "estupideces".
A todo eso se suma el quiebre con el gobierno provincial que se dio esta semana, cuando se hizo una conferencia de prensa para decir que la Provincia se llevó 10 patrulleros de la ciudad.
El Ministerio de Seguridad le respondió -vía comunicado de prensa- que se los llevaron para acondicionarlos y que serían devueltos en unos días.