El mercado laboral de nuestra ciudad empieza a pintarse de gris

Redacción de La Nueva.

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Si un color pudiera describir el panorama actual del mercado laboral bahiense, el gris sería el adecuado. Pero si las polémicas estadísticas oficiales reflejan, al menos parcialmente, esta situación, las perspectivas futuras no permiten abrigar esperanzas de mejoría, pese a que se está lejos de otros años, donde el negro rabioso estaba a la vuelta de la esquina.

Así, en un año, para el último trimestre de 2013, la tasa de desempleo (la cantidad de bahienses que no tienen un empleo o lo buscan activamente) pasó del 6,6 por ciento de la población activa al 8,7%. Si se suma a quienes, pese a poseer un trabajo, están detrás de otro porque tienen una carga horaria insuficiente (menos de 35 horas a la semana) la misma trepa hasta el 10,6% frente al 9,5% de un año atrás.

La cifra sería más abultada de no ser porque los beneficiarios de planes sociales --siempre que realicen una contraprestación laboral-- son considerados como empleados. Tampoco se tiene en cuenta el “efecto desaliento”, ya que quienes no hallaron un trabajo en la semana previa a la encuesta, dejan de buscarlo ante las menores perspectivas de encontrarlo. Este grupo pasa a ser considerado inactivo, pero no engrosa las cifras de desempleo.

“En algunos casos puntuales, se está achicando la nómina de personal, sobre todo, en aquellos casos en que no resulta muy costoso hacerlo. También hay una gran reticencia a tomar gente”, admitió el gerente de la Corporación del Comercio, la Industria y los Servicios (CCIS), Juan Carlos Starobinsky.

Lo que viene

Mirando hacia adelante, el ánimo empresario parece poco atraído por la idea de emprender nuevos proyectos que incrementen la demanda de empleo.

“El contexto de estancamiento en el nivel de actividad comercial plantea una perspectiva desalentadora para la generación de empleos por apertura de nuevas empresas, en tanto que la crítica situación fiscal, tanto a nivel nacional como provincial, anticipa un freno en la creación de empleos públicos”, estiman desde el Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca-Argentina (CREEBBA).

Pero si la lectura de los indicadores, en forma aislada, puede inducir a errores al momento de evaluar la situación de una sociedad, los siempre polémicos cambios de metodología del organismo estadístico agregan más claroscuros a la cuestión.

Es que el INDEC redujo desde los 316.000 habitantes a los 311.000 actuales la población de referencia utilizada como base para el calcular el número de empleados y desempleados de la ciudad.

“Este ajuste o corrección a la baja de la población local tuvo efectos sobre los indicadores del mercado de trabajo, determinando variaciones en la cantidad ocupados y desocupados”, advirtieron desde el CREEBBA.

Comparaciones

El nivel de desempleo local resulta alto, dado que en el resto del territorio nacional ronda el 6,5% (más de un punto de diferencia). Después de Mar del Plata (con una tasa mayor al 11%), la ciudad conforma el grupo con mayor nivel de desempleo en el país, junto con Córdoba, Salta y Neuquén.