En el momento y lugar indicados

Redacción de La Nueva.

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 Fue el último en irse. Y, sí, apagó la luz.

 Cinco años atrás Gregorio Zabaloy se incorporó al club Gernika de País Vasco con la ilusión de seguir creciendo en el rugby superior de España.

 Vaya si dio pasos. El año pasado Gernika fue invitado a jugar la Amlin Challenge Cup, el segundo torneo europeo de clubes más importante. Algo así como la UEFA del fútbol.

 La Federación Española de Rugby recibió una plaza para destinar a un representante de la División de Honor. Pero al ser rechazada por motivos económicos por el primero y segundo, respectivamente, le fue ofrecida a Gernika. Y la dirigencia vasca la aceptó, viendo en esa incursión europea una chance deportiva histórica para el club.

 Y ahí estuvo Zabaloy, segunda línea surgido en el ámbito de la Unión del Sur (Palihue/El Nacional). Para hacer realidad un sueño. También para sufrir...

 Esta es su historia.

En la cancha. "Me quería dar ese gusto de jugar algunos partidos en un nivel superior. Si bien la liga de España en el contexto internacional no significa nada, tuvimos la oportunidad de disponer de una plaza en la Copa Challenge. Y no lo hicimos mal", resumió Zabaloy.

 Para afrontar la Amlin Challenge Cup el equipo verdinegro necesariamente tuvo que sumar refuerzos, al menos, para emparejar con el otro rival más débil de la zona (Rovigo de Italia).

 "Llegaron unos 10 por toda la temporada, pero cuando se acabó la plata se fueron. Tuvimos dos samoanos que habían jugado el Mundial M-20 del año pasado: el octavo Winston Wilson y un centro, Afa Amosa. Tuvimos a Deccie Cusack, un apertura irlandés con 5 partidos en Munster como titular. Y varios argentinos, de Belgrano Athletic; dos chicos de Biguá; un wing de Champagnat, Federico Mazzocchi; un centro de Belgrano que jugó en el M-20 de Argentina, Alejandro Torres Suar. Se armó un muy buen equipo", dijo.

 Con esos refuerzos participando previamente en la División de Honor, Los Jabalíes establecieron ventajas y lideraron la primera parte del torneo. Un momento ideal para afrontar el debut europeo.

 "El primer partido fue Worcester-Gernika. Nos pasaron por arriba (85-5). Hacían dos o tres fases y llegaban al try. Era un continuado con oposición. Pero a ese mismo equipo le hicimos mejor partido de visitante. Creo que terminó 70 a 19, pero allí el objetivo era hacer puntos y que no nos pasaran tan fácil. Me tocó ser capitán y lo disfruté muchísimo, porque ese tipo de rivales te llevan a jugar mejor", afirmó Goyo.

 "En cambio contra los italianos (Rovigo) nos sentimos más a nuestro nivel. Cuando les íbamos ganando en Gernika nos mirábamos y decíamos `bueno, por ahí podemos'. Pasaba el tiempo y seguíamos teniendo la pelota. Nos dimos cuenta que se podía. A la semana siguiente fuimos a Rovigo y también ganamos", recordó, en relación a los dos triunfos logrados en el grupo.

 "Luego, habiendo jugado ya algunos cotejos incluidas las victorias ante los italianos, hablamos de plantearlo de igual a igual ante Perpignan. Conocíamos nuestro chiquero, sabíamos que se les caería la pelota, que abajo caerían porque la canchita estaba blanda. Fue más de igual a igual, más allá que perdimos 50-15", recordó.

 "Yo tenía ganas de medirme y pedí todas las pelotas. Inclusive las que no tenía que pedir. Fui para atrás en la mayoría, je, pero en las que fui para adelante me encantó. A Perpignan le hicimos dos o tres tries y no les gustó nada. Se habían planteado `defensa cero'. Más allá de todo, dio gusto tenerlos enfrente y medirte contra tipos que sólo veías por televisión", expresó.

 "Al principio me dio un poquito de miedo ir a taclear a (Henry) Tuilagui, pero cuando me puse cerquita y le hice un abrazo de oso me di cuenta que caía, je. Jugar en la cancha del Perpignan fue algo grandioso. La gente que viajó de nuestro club nos ovacionaba por cada buena que hacíamos, un contra ruck o tacle abajo", expresó.

Dar la cara

 "La realidad de esos clubes (españoles) es que se apuesta por recibir subsidios estatales y un dinero que, si no llega, se cae todo el proyecto. La parte de profesionalismo depende de ese dinero", dijo el segunda línea bahiense.

 "Por la crisis en Gernika se borraron los sponsors. A esta altura te diría que les preguntes a ellos, porque yo escuché de todo... Si bien siempre fui comprensivo con lo que me dijeron, de lo único que estuve seguro fue que la plata no iba a llegar", afirmó.

 "Después del último partido de la Challenge, en Inglaterra, comenzó a caerse todo. ¿Síntomas? Demoras en el pago. Si no te pagan del 1 al 5 empezás a llamar por teléfono, a tocar el timbre. Un día llegó el presidente y dijo `se acabó la plata; hay para un mes más, los que quieran se pueden ir'", recordó.

 Sin embargo, Zabaloy siguió ligado al club a pesar que el mercado de pases cerraba una semana después.

 "Primero porque era el subcapitán y sentía un compromiso más grande con el equipo. Me habían permitido vivir del rugby cinco años, más allá que yo estuve trabajando y me lo gané", dijo.

 "Sentía el compromiso de quedarme hasta el final. Me quería ir cuando terminase el último partido, siendo el último en salir del vestuario, para irme con el pecho lleno de orgullo por lo que hice y por lo que tuve que aguantar", afirmó.

 En cambio, el DT y otros jugadores argentinos denunciaron ante la prensa que se habían quedado sin dinero para pagar alquileres, servicios y comida, que se las arrimó amigos o allegados.

 "La pasé muy mal. Pero yo la pasé mal no sólo por lo económico, porque ese aspecto lo pude afrontar muy bien porque empecé a dar clases de inglés. Tenía los recursos como para buscarme alternativas y lo había empezado a hacer de antes como para tener otro ingreso. Terminé jugando como un hobbie", dijo.

 "Pero la pasé mal por los muchos prejuicios que hay contra los extranjeros. Siempre fui consciente de que no estaba en mi casa e hice mil cosas para integrarme. Aprendí a hablar euskera como un vasco y al momento de demostrar respeto e integrarme, fui el primero. Le puse el hombro a todo. Pero no recibí la misma gratitud que tuve yo para con ellos", dijo, a pesar que es el jugador con más partidos disputados en la historia de Gernika (fueron cinco años y 90 partidos).

 "El problema fue que a los que se querían ir, les sirvieron todo: les pagaron hasta el último sueldo y chau. Pero los que peor la pasaron fuimos los que dimos la cara y nos quedamos a jugar. No recibimos una consideración especial", agregó.

 "(Los dirigentes) No tuvieron claridad para sentarse y tomar decisiones. Cuando se alejó el entrenador (NdR: el argentino Jorge Giménez) me venían a consultar a mí porque las decisiones no las tomaba nadie", explicó.

Lecciones

 "Soy super optimista y todo lo tomo como una forma de crecimiento. mi carácter hoy es mucho más fuerte después de haber pasado todo lo que pasé este tiempo fuera de mi casa. Fue un desafío que creo haber superado con mucha integridad", reconoció.

 Su caso sirve para alertar a otros deportistas que, tentados por un contrato en euros, se lanzan a la aventura del rugby profesional.

 "Lo único que puedo decir, como principio general, es que como en tu casa no vas a estar mejor. Es duro estar afuera y todo cuesta mucho. Sos un extranjero y te lo harán notar", sostuvo.

 "Al que quiera irse le sugiero que, primero, alcance un buen nivel y después haga contactos serios que los puedan ayudar. Pero cada uno tiene su historia, es algo muy personal", concluyó.

Ricardo Sbrana
rsbrana@lanueva.com

Los juegos de Gernika

FechaPartidoEstadio
13-10-2012Gernika 5-Worcester (Ing.) 85Urbieta
20-10-2012Perpignan (Fra.) 90-Gernika 12Aimé Giral
8-12-2012Gernika 13-Rovigo (Ita.) 3Urbieta
15-12-2012Rovigo (Ita.) 10-Gernika 16Mario Battaglini
12-1-2013Gernika 15-Perpignan 50Urbieta
19-1-2013Worcester 71-Gernika 19Sixways Stadium

Cambió de club

 "Acordé con Getxo Artea por un año. Si hago las cosas bien tengo la opción de seguir. Dependerá del club y de mí. Tengo muchas ganas e ilusión, principalmente por llegar a un nuevo equipo. Por más que me conozcan, tengo que empezar de cero. Eso me da muchas ganas de estar a la altura de lo que esperan de mí", dijo sobre su nuevo destino en la División de Honor.

Contra Lisandro Arbizu

 "Arbizu está intacto. El primer partido lo pasé medio fácil y me dio un poquito de nostalgia, je, por ser él un emblema de Los Pumas. Pero en la revancha también lo intenté pasar y me `taló' abajo a una pierna. Pero me alegré mucho cuando vi que conservaba ese tacle. Sé que continuará en un equipo de la cuarta de Francia", dijo sobre Lisandro Arbizu, quien fue jugador y entrenador de VRAC Quesos Entrepinares, actual campeón español.