Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Lavandina mata virus: una mentira que es pandemia

La promoción de un producto dañino para la salud

   Muerto el perro se acaba la rabia. ¿Qué mejor manera, efectiva y contundente, de acabar con el coronavirus que terminar con el enfermo? Lo que sugiere ser una cuota de humor negro pareciera ser en realidad lo que buscan algunas personas cuando alientan el uso de ciertos elementos con la pretendida idea de que son curativos y sanadores.

   Es el caso de los aduladores del Dióxido de Cloro, una nuestra de hasta qué punto la ignorancia, antes que el miedo, puede llevar a tomar caminos completamente erróneos y convertir una situación controlable en una de riesgo de muerte.

   La conductora Viviana Canosa ha llegado a la insensatez de tomar del pico de una botella ese producto, más para lograr promoción a su programa de TV, ubicarse en el centro de la escena y, quizá, sumar algunos puntos de rating. Una insensatez e irresponsabilidad mayor.

   A esto se suman quienes atribuyen a este producto, que no es otra cosa que una variedad de lavandina, la remisión de artrosis, soriasis, eczemas, diabetes, esclerosis múltiple, úlceras, cáncer, osteoporosis, artritis, varices, asma, hepatitis, leucemia, sida y muchos otros.

   El dióxido de cloro es una solución al 28% de clorito de sodio en agua destilada. Se usa como blanqueador y para descontaminar superficies industriales, ya que se asemeja a la lejía o el cloro. "Es un desinfectante comercial que en ningún caso debería ingerirse.

   “Ocasiona más problemas que soluciones”, señala un profesional de nuestro medio, al tiempo de dejar en claro que ninguna institución sanitaria lo reconoce como medicamento.

   No tiempo de la pandemia no es momento de entrar en pánico o de desestabilizarse en lo emocional. Mucho menos tomar el hilo de comunicadores insensatos o cadenas virtuales sin sustento. Aún en medio de cualquier confusión e incertidumbre, una cosa es clara: tomar cloro es el mejor camino a la nada.