Miradas bien diferentes sobre el pasado y el futuro
La columna semanal del corresponsal de La Nueva. en la capital de la provincia.
Si el enemigo se equivoca, no lo distraigas”, tecleó en redes sociales el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. Estrategia o eventualidad, aquella frase atribuida atribuida a Napoleón Bonaparte fue la que mejor sintetizó el clima que respira el oficialismo bonaerense, intentando sigilosamente aprovechar las peores dos semanas de la gestión de Javier Milei, sobre todo después del contundente triunfo de Fuerza Patria en las elecciones bonaerenses y de la masiva Marcha Federal en defensa de la educación superior y contra el vaciamiento de la salud pública que remarcó una fuerte desaprobación al mandato presidencial.
Desde la Provincia y con el ánimo por las nubes, el gobernador Axel Kicillof, apuesta a repetir la fórmula ganadora previa al 7S: gestión y presencia territorial entre el conurbano y el interior para empujar a los candidatos que integran la lista de cara a los comicios nacionales de octubre.
Y así como dice el refrán popular en el ámbito deportivo -especialmente en el fútbol- aquello de que “Equipo que gana no se toca”, probablemente el método discursivo del peronismo sea similar a aquel con el que el electorado bonaerense le puso un freno a la motosierra del Gobierno nacional.
Tras varios días con fuerte presencia mediática donde insistió con reclamarle un cambio en el rumbo económico a la Casa Rosada, y no pocas reuniones reservadas, el Gobernador y algunas de sus espadas ministeriales aseguran que la nueva mesa política de Milei no comprendió el mensaje de las urnas bonaerenses y ahora no le a quedar otra que tener que entender ese ruido en las calles. “En política los errores se pagan caro, aunque Milei diga, parafraseando a Macri, que 'Lo peor ya pasó'”, advierten.
Con la comparación intentan remarcar que la narrativa libertaria durante la cadena nacional repitió eslóganes que ya fracasaron y que no se corresponden con la coyuntura económica y social. Apenas arrancó la semana, la administración Kicillof se plantó ágilmente en contra del veto presidencial a la ley que determinaba la distribución automática de los fondos de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), como así también con el entorpecimiento libertario al financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
La Provincia, en tanto, esperaba los lineamientos centrales del Presupuesto nacional 2026 -que mantiene como condición no negociable el equilibrio fiscal, una de las banderas del mileísmo- antes de enviar su propia Ley de Leyes a la Legislatura bonaerense.
Al igual que el Presidente, Kicillof también viene gestionando con números prorrogados -en su caso ferozmente ahorcados por Nación- por lo que necesita antes de fin de año un aval parlamentario para contar con un Presupuesto actualizado de gastos y recursos, una Ley Fiscal Impositiva, y la posibilidad de pedir endeudamiento para la realización de obras públicas.
Para todo eso Kicillof necesita imperiosamente que la “Pax armada” dentro de la coalición gobernante se traslade al Parlamento. Claramente las ambiciones políticas del Gobernador, en franco ascenso, pueden chocar contra el liderazgo partidario de la expresidenta Cristina Kirchner. Lo que tienen a su favor es que el reciente escenario electoral demostró que la forzada unidad bonaerense, aún con todos sus problemas a la vista, les permitió alcanzar un claro triunfo contra el armado amateur de La Libertad Avanza.
Dentro de la habitual intimidad legislativa pueden advertirse mientras tanto algunos movimientos ocultos de no pocos postulantes para el recambio de autoridades en las cámaras de Senadores y Diputados bonaerense. Con suficiente anticipación a la sesión preparatoria, el Orden del Día ya predice una acalorada negociación interna.
Por ahora, los acercamientos se mantienen detrás de un círculo confidencial para evitar fuego amigo ya que, como se dice en la jerga política, “El que suena, suena”.
Como es habitual, la agenda legislativa tiene más pretendientes nominados que lugares disponibles para determinados cargos. Por eso el hermetismo permite guardar a los distintos aspirantes de la distribución bicameral y así evitar consecuencias negativas antes de tiempo.
Tras un agotador análisis post electoral, algunos intérpretes del arco opositor legislativo consideran que el resultado del desdoblamiento electoral no significa un aval a la gestión de Kicillof sino que fue una herramienta de gran parte del electorado bonaerense para manifestar su enojo y rechazo a las políticas nacionales.
También varios son los interrogantes que brotan sobre cómo será el vínculo real entre las bancadas legislativas de LLA y el PRO después del rejunte electoral que no le trajo demasiados beneficios en las urnas, pero que les permitió asegurarse varias bancas. Ese reordenamiento abrió una puerta para un bloque unificado entre violetas y amarillos, pero esa posible chance para una labor parlamentaria conjunta, parece cada día mas lejana por cuestiones de caja administrativa. A diferencia de sus exsocios del radicalismo, el aparato del PRO sigue a flote y por eso no pocos, elegantemente, comenzaron a ensayar un operativo despegue de LLA.
Según comentan en las diagonales, desde el entorno de Mauricio Macri hay quienes exploran ciertas rondas de consultas para reconstruir un esquema político que le permita a los amarillos puros del PRO volver a competir en Nación y Provincia con algunos de sus exaliados de Juntos por el Cambio, con el objetivo de armar una alternativa anti Milei y anti peronismo para 2027.