Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

¡Qué imagen y cuántas presencias! ¿Si esto no es Bahía, Bahía dónde está...?

La foto que "habla": explotó el Casanova para el tercer partido de la final de Primera entre Napostá y Olimpo.

No hace falta explicar lo que significa el básquetbol en la ciudad. Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Twitter: @rodriguezefe

Instagram: ferodriguez_

El color con el que se viene pintando cada noche el Osvaldo Casanova con la serie final de Primera entre Napostá y Olimpo lleva indefectiblemente a la comparación: ¿cuánto hacía que no había tanta gente mirando un partido de básquetbol local?

Claro, todo este marco genera una organización que a veces supera -como sucedió anoche- a la propia dirigencia que no está acostumbrada a semejante movimiento.

La fila aguardando para ingresar que llegaba desde Santa Fe 51 hasta Angel Brunel era una muestra de la gran expectativa.

La espera algunos se la tomaron con buen humor y hasta sintieron menos el frío. Estaba "todo ok".

Mientras tanto, entre bombos y trompetas, los hinchas aurinegros iluminaron la puerta del Casanova con las bengalas.

Lo cierto que las puertas se abrieron a las 20.13. Y el minucioso cacheo preventivo por parte de la policía se podría haber agilizado, considerando que se trataba de un ambiente familiar.

Esto llevó a determinar que el próximo jueves, para el cuarto juego, se acotará el horario de actividades en la cancha 2, y a las 20 quedará habilitado un segundo acceso por calle O'Higgins.

Una vez ubicada la mayor parte del público -algunos recién ingresaron con el partido en marcha-, se apagaron las luces del Casanova y fue momento de recordar a Aldo "Bebe" Storti.

Su corazón se apagó mientras se disputaba el segundo partido de la final, con el Casanova lleno, a modo de despida. Y ahí, en su segunda casa, en medio de la oscuridad su luz se hizo presente en el cartel de la tribuna que lleva su nombre. Las palabras sobraban, el público lo homenajeó con un cerrado y respetuoso aplauso. Como se merecía.

Finalmente, a las 21.20 fue la pelota al aire. Algunos, como el "malabarista" Segundo Alimenti pudieron disfrutar el juego desde adentro de la cancha.

Otros, como Luciano Polak y Andrés Bodach tuvieron que conformarse con mirarlo desde afuera. El plantel de Olimpo es largo, muy largo.

Fabricio Piccinini le indicó a su equipo el camino a tomar, siguiendo por la doble mano, como en el partido anterior.

Pero Napostá no encontraba el rumbo. Todo lo contrario a Olimpo, que con el correr de los minutos estaba encaminado. Por eso, mientras su entrenador Juan Cruz Santini lo celebraba...

...del otro lado Piccinini sufría. Así fue el contraste de un partido a otro dentro de la misma serie.

En la platea alta, el Puma Montecchia se le cruzaba una y otra imagen de las veces que estuvo en ese parquet, corriendo, donde le tocó ganar, perder y, sobre todo, disfrutar. A su lado, Leandro Ginóbili hablando con Javier Sánchez -ex gerente de la ABB- y el presidente de la ABB, Guillermo Barco.

Y un poco más arriba, la familia del básquet. Incluyendo ese bebé que algún día dirá: "me contaron que yo vi las finales Napostá-Olimpo de 2025".

¿Y sabés quién otro estaba? El Pala, Rodrigo Palacio, como siempre, cuando puede, mirando básquet, mezclado entre el público. Con su característico perfil bajo. Un grande.

Enfrente, así como tantas otras veces que le tocó disfrutar desde adentro el clásico Olimpo-Estudiantes en este mismo estadio, anoche el guerrero Marcelo Allende lo vivió desde otro lugar. Siempre, claro, alentando al aurinegro.

Y para esos chicos que se ilusionan con ser alguna vez como los jugadores de Olimpo o Napostá, ya tendrán tiempo, por ahora, hacen su juego con Lalo, la mascota del básquetbol bahiense, que como el resto de la gente, se llegó hasta el Casanova. ¿Cómo se iba a perder la final?