El disfrute de Ruesga con Olimpo y la realidad de Napostá que asumió Vasconcelo
El aurinegro ganó y se adelantó en la final de Primera: 2-1. La opinión de ambos lados.
Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.
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Fausto Ruesga se sacaba fotos con cada uno que se lo requería, su sonrisa dibujada delataba la felicidad que le brotaba y el frío que empezaba a ganar el Casanova en la medida que se iba despoblando no lo sentía. Defintivamente, había estado en llamas.
Olimpo acababa de ganarle a Napostá y ponerse 2-1 en la serie final correspondiente al tramo inicial del torneo de Primera.
"Para ganar una serie tan pareja, contra un equipo que juega tan bien al básquet, teníamos que hacer lo que hicimos hoy. En el partido pasado no estuvimos con la energía suficiente, nos vimos superados y sabíamos que si queríamos cambiar algo era desde la intensidad", entendió Ruesga.
"Lo hicimos desde la defensa -puntualizó- y se notó: ellos el primer tiempo metieron 23 puntos y supimos ampliar esa ventaja".
La victoria aurinegra comenzó de atrás hacia adelante, donde esta vez Olimpo resolvió más desde lo que generó colectivamente.
"Sin dudas, el jueves no estuvimos lúcidos, nos equivocamos y hoy nos pasamos la pelota, que es importantísimo, y luego la metimos. La efectividad también es importante para ganar la serie", señaló, con una tonada que aún delata su paso por España.
Fausto dijo que no sintió ser él mismo en lo dos partidos anteriores, todo lo contrario sucedió en este tercer encuentro, cuyo números así lo demuestran: 27 puntos (0-3 en t3, 9-12 en t2 y 9-13 en t1), 11 rebotes, 2 asistencias, 3 recuperos y 9 faltas recibidas.
"Hoy se asemejó más a lo que quiero aportarle al equipo. Y disfruté más que nada el partido por lo que significa el punto para la serie. Pero disfruto todos los partidos con la camiseta de Olimpo y la gente. Sé que es un paso corto acá en Bahía, así que trato de aprovechar al máximo cada día", resaltó.
Fausto se mostró cuato y confiado a la vez para lo que viene: "Napostá nos demostró el jueves que en esta serie puede pasar cualquier cosa. Hoy ganamos cómodos, pero el jueves perdimos cómodos. Entonces, todos los partidos hay que jugarlos. Será clave salir el próximo partido con esta mentalidad. Si logramos repetir lo que hicimos hoy, podemos llevarnos la serie".
Salió Segundo...
Mientras se esuchaban todavía los bombos y trompetas del Casanova, en el vestuario de la cancha 2, uno a uno fueron saliendo los jugadores de Napostá, en silencio, asumiendo la derrota.
"Estas finales son muy anímicas", sintetizó Segundo Vasconcelo.
"El primer partido pudo dominar Olimpo, aunque estuvimos cerca. El segundo fue totalmente distinto, lo dominamos nosotros casi todo el partido y hoy de vuelta Olimpo dominó desde el minuto cero", reconoció.
"Nunca pudimos sacarlos de juego, en el segundo tiempo estaban con mucha confianza y nosotros todo lo contrario, cada vez más enfierrados (sic), queriendo definir en el 1x1, sin jugar en equipo, y así nos fue", analizó.
Serán 72 horas las que tendrá Napostá para borrar lo que sucedió hoy o empezar unas breves vacaciones.
"De acá a tres días tenemos que cambiar la cabeza y saber que el camino es ser positivos, jugando en equipo. De lo contrario no vamos a salir adelante", admitió.
Así y todo, mandó un mensaje: "Mucha gente pensaba que Olimpo era muy superior, pero nosotros siempre nos tuvimos mucha confianza. Sabemos que jugando bien y prestándonos la pelota, podemos competirle a cualquiera".