La foto que se llevó de regalo cada uno que anoche fue al Casanova a ver Napostá-Olimpo

Fernando Rodríguez

[email protected]

Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

Una verdadera fiesta se vivió anoche en el Casanova, con la final del tramo inicial del torneo de Primera que festejó Olimpo, en un partido cargado de tensión y que se definió en suplementario, 92 a 88 (77-77).

Como hacía mucho tiempo no se disfrutaba semejante marco a nivel local, con un partido que tuvo diferentes matices y un final electrizante. Acaso, como premio a todo lo que rodeó esta serie que se recordará por mucho tiempo.

El público de Napostá estuvo bien identificado para esta definición con los tubos azules y blancos, sumándose al colorido del Casanova.

Y en la salida del equipo aparecieron los papelitos. 

Enfrente, los globos aurinegros realzaban el colorido que le dio su gente.

Sin faltar, claro, los paraguas y las banderas, entre trompetas y redoblantes.

Otra vez el juego tuvo que detenerse, como en el partido anterior. Afortunadamente, la red se volvió a atar y todo siguió con normalidad.

Olimpo entendía que este partido no se le podía escapar.

Aunque Napostá por momentos le abría los brazos a la victoria.

El Oso Santini empezaba a preocuparse.

Desde afuera, Martín Ferreyra, el capitán del equipo de fútbol nada podía hacer.

Napostá, con Segundo Vasconcelo, había encontrado el equilibrio para ser competitivo.

Aunque la aparición de los principales actores en Olimpo le empezó a dar otro final a la película.

Y el cuerpo técnico, al final, pudo unirse en el festejo.

En el que aparecieron los de antes...

...y los de ahora.

En definitiva, cada uno se llevó su foto del Casanova, esa que el básquetbol local les regaló.