Bahía Blanca | Lunes, 08 de diciembre

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Por segunda vez Racing y Estudiantes definirán un torneo: cómo salió aquella final de hace 58 años

Aquel enfrentamiento se dio en la final del Metropolitano de 1967, disputada en el estadio de San Lorenzo.

El próximo sábado, Estudiantes de La Plata y Racing Club volverán a enfrentarse en una final de campeonato, esta vez por el Clausura 2025 en Santiago del Estero. Sin embargo, en la historia del fútbol argentino solo existe un antecedente de este duelo por un título, y fue un partido que quedó marcado por el contraste físico y la contundente superioridad del conjunto platense.

Aquel enfrentamiento se dio en la final del Metropolitano de 1967, disputada en el estadio de San Lorenzo.

El trámite del partido estuvo dividido en dos tiempos muy distintos: una primera mitad somnolienta y falta de emoción, donde Estudiantes, mejor plantado y ordenado, monopolizaba el juego pero arriesgaba poco al llegar a tres cuartos de cancha.

El cero se mantuvo ante un Racing que ya mostraba signos de cansancio y falta de dinámica.

El segundo tiempo fue la explosión de Estudiantes y la agonía de Racing. El equipo de Osvaldo Zubeldía se lanzó con más vigor al ataque, imprimiéndole contundencia física y convicción espiritual a cada maniobra.

 

Racing desnudó su impotencia física, quedando a merced de los piques demoledores de Echecopar y la agresividad de Verón. El mediocampo de Racing era invisible, y solo la figura de Basile, que terminaría desgarrado, se erguía en el fondo intentando cruzar y enjugar errores.

La goleada se formalizó con el primer gol de Madero, un zurdazo que se clavó en el ángulo superior tras un simulacro de tiro libre, definiendo el resultado y al campeón. Luego llegó el zurazo de Verón y finalmente la mejor jugada de la tarde concluida por Ribaudo, sellando el 3 a 0.

Zubeldía, el técnico campeón, reconoció en el vestuario que el mérito fue explotar el decaimiento físico de Racing en el segundo tiempo, un equipo que, según él, estaba "fundido" por el esfuerzo de partidos anteriores, aunque lo catalogó como "el mejor equipo argentino" del momento.

La crónica de El Gráfico de aquel encuentro destaca la enorme superioridad de la tribuna platense y la ovación cálida y total con la que se despidió a Estudiantes.

La derrota provocó una reacción inesperada en la hinchada de Racing, que, ante la incapacidad de su equipo de luchar contra lo imposible, coreó: "A Racing lo queremos aun perdedor", un emotivo reconocimiento que intentó indemnizar el esfuerzo de los jugadores agotados.

Ahora, en el nuevo contexto de Santiago del Estero, ambos equipos buscarán escribir un nuevo capítulo que, por necesidad, tendrá un desenlace y un clima distinto al de aquella única y contundente final.