Bahía Blanca | Sabado, 05 de julio

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Roce en el boliche y una reacción que le costará casi $70 millones

Walter Arnuz, condenado por golpear con una botella a otro joven a la salida de “Uni”, ahora debe pagar daños y perjuicios.

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Audionota: Juan Ignacio Zelaya

Un roce, de esos que hay miles cuando el boliche está lleno. Fue la madrugada del 16 de febrero de 2019 en el club Universitario. 

Walter Adrián Arnuz se molestó y reaccionó contra un joven que no conocía. Hubo un cruce de palabras y le pegó una trompada que le abrió el labio.

La víctima se dirigió al quincho para tratar de limpiarse la boca y en esas circunstancias intercedió alguien de seguridad, quien lo auxilió y luego expulsó del lugar a Arnuz.

No conforme con la respuesta, el agresor esperó pacientemente afuera y cuando el chico golpeado salió le aplicó un botellazo en la cabeza y también atacó con fiereza a un amigo.

Bautista -el denunciante, a quien se identifica sin el apellido por seguridad-, no perdió el ojo izquierdo de milagro, aunque sí sufrió una disminución visual del orden del 40%.

La vida del joven cambió para siempre. Y también la de Arnuz.

Se inició una investigación penal y, al año siguiente, la jueza en lo Correccional N° 3, Susana González La Riva, le impuso al agresor una pena de 3 años de prisión en suspenso, por el delito de lesiones graves reiteradas en concurso real.

Arnuz zafó de ir a prisión, pero no de la condena, que ahora se extendió al ámbito civil, porque la víctima también inició acciones legales por daños y perjuicios.

Hace algunos días, el juez en lo Civil Juan Carlos Tufari ordenó a Arnuz pagarle a Bautista más de 49 millones de pesos, cifra que, con intereses, llegaría a casi 70 millones de pesos.

El fallo no se ejecutará por el momento, porque es de primera instancia y la defensa del acusado seguramente apelará ante la Cámara del fuero.

Tufari consideró acreditado el hecho y la intervención del acusado a partir de la sentencia penal y obligó al pago de los daños moral, psicológico, por incapacidad y gastos médicos y farmacéuticos.

De esa manera aceptó el planteo que elevó el abogado Valentín Fernández, en representación de Bautista, y desestimó el planteo de su colega Claudio Pontet -asesor de Arnuz-, quien aseguraba que fue su asistido el agredido y que solo se defendió con la botella.

"La reacción de Arnuz, que según él tenía como finalidad defender a su amigo, estuvo dirigida a vengar aquel comportamiento disvalioso que tuvo a su amigo por víctima", consideró el juez. 

Un guardia de seguridad confirmó que "vio que este loco va de atrás y le pega un botellazo a este chico sin previo aviso".

"Le cambió la vida"

Bautista tenía 19 años al momento del hecho y estudiaba Agronomía en la UNS, carrera que debió abandonar porque no podía estudiar.

Las limitaciones que le generó el golpe lo obligaron a volver a la casa de sus padres, en un pueblo de nuestra región.

Distintos amigos de la víctima que declararon dieron cuenta del trauma.

"Lo tenía que ayudar para estudiar, para rendir, leerle porque no podía centrar la vista ni focalizar. Tuvo que dejar los estudios, tampoco manejaba de noche y dejó la actividad física", dijo uno de ellos.

"Le cambió la vida por completo, sufrió angustia, no podía salir de su casa. Es una montaña rusa de emociones", agregó otro.

Un tercer amigo reconoció que para Bautista, la agresión, fue "un antes y un después".

El juez civil reconoció el daño moral y lo calculó en unos 20 millones de pesos, monto suficiente, a modo compensatorio, para un viaje de 30 noches, con acompañante, por Europa.

La incapacidad física se evaluó en 26.245.000 pesos, por heridas que están "plenamente acreditadas".

El perito médico Ariel Muzi concluyó que el paciente presentaba "estallido de globo ocular izquierdo y lesión cortante en arco supraciliar y malar izquierdo, lesiones que le produjeron una incapacidad.

En cuanto a los gastos médicos y farmacéuticos, se fijó en la condena un monto de 400.000 pesos, mientras que también se cubrió el tratamiento psicológico por un valor de casi 245.000 pesos, a razón de una sesión de psicoanálisis semanal durante 3 años.

La sentencia, en total, fijó un pago por daños y perjuicios de 49.889.800 pesos, más intereses del 6% anual desde el hecho, que hoy elevaría la cifra a unos 70.000.000 pesos.

"Nunca sentí un golpe tan fuerte"

Relato. Bautista recordó en el juicio que cuando salió del club por San Juan, junto a un amigo, recibió el impacto imprevisto. 

Dolor. "No llegamos a hacer 10 pasos que siento un golpe en la cara, nunca sentí un golpe tan fuerte, lo que hice fue apretarme la cara con las manos porque no aguantaba el dolor", dijo.

Origen. Sobre el inicio del conflicto, Bautista relató que cuando estaban entrando al patio del boliche "escuchamos que alguien me putea, se ve que lo rocé porque había mucha gente. Mi amigo como que le dice algo, que se calme, pero este chico se enoja y me pega una piña en la boca, me deja sangrando", contó.

Heridas. La víctima sufrió hematoma palpebral en ojo izquierdo (acumulación de sangre en los tejidos del párpado), herida supraciliar y en zona malar, hematoma en la comisura labial e iritis traumática, lesiones consideradas de carácter grave.

Pisotón. El amigo de Bautista también fue golpeado. Sufrió fractura de órbita y pérdida de conocimiento y un hematoma con impronta de calzado en el rostro.