Inteligencia artificial: el periodismo frente al mayor desafío de su historia
El reconocido experto Rosental Alves reflexionó sobre el futuro del oficio en la era de la IA en una nueva edición del ciclo Innovación, Tecnología y Periodismo.
Periodista. Gestor cultural. Creador del festival "Por una vez que nos juntamos". Co-director de Espacio Cultural Juanita Primera. Parte de la Secretaría de Cultura de la Universidad Nacional del Sur. Premiado en un concurso literario a nivel nacional por su originalidad, conoció Nueva York y buena parte de su cultura.
"La disrupción de la inteligencia artificial será aún más intensa que la de los últimos 30 años”. Con esa frase, el periodista y académico brasileño Rosental Calmon Alves encendió la alarma –y también una chispa de esperanza– durante su exposición central en el ciclo Innovación, Tecnología y Periodismo, celebrado en Buenos Aires como parte de los 10 años del programa Redacciones5G, impulsado por Telecom Argentina.
Con una perspectiva que cruza décadas de anticipación y experiencia, el director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas trazó un paralelismo entre el impacto de la web a fines del siglo pasado y el nuevo “tsunami” que representa la IA generativa, una tecnología que ya comenzó a transformar profundamente el ecosistema mediático global.
“La humanidad nunca ha visto un cambio con esta velocidad”, afirmó. Y para demostrarlo, recordó que ChatGPT alcanzó un millón de usuarios en apenas cinco días, mientras que Facebook tardó diez meses y Netflix, tres años. En ese sentido, alertó sobre la necesidad urgente de que periodistas y medios se capaciten para adaptarse a un entorno en constante mutación, donde no hay lugar para el negacionismo.
La IA no va a matar el periodismo, pero sí lo va a obligar a reinventarse”, sostuvo Alves.
En un repaso histórico que mezcló anécdotas personales, memoria profesional y visión prospectiva, Alves recordó cómo fue evangelizador digital en los años ‘90, predicando en soledad sobre la importancia de abrazar internet. Aquel “déjà vu” vuelve ahora con la IA, que plantea una paradoja: ofrece eficiencias inéditas para las redacciones, pero también amenazas como la manipulación de emociones, las deepfakes y un aumento del “shock epistemológico” que afecta la confianza en los medios y en la verdad misma.
La humanidad nunca ha visto un cambio con esta velocidad”, afirmó.
“La IA no va a matar el periodismo, pero sí lo va a obligar a reinventarse”, sostuvo Alves. Y planteó el desafío de imaginar cómo será el vínculo entre las audiencias y los medios en un entorno dominado por IA agentes —asistentes autónomos capaces de seleccionar y entregar información según los intereses de cada usuario—. ¿Cómo se garantizarán los derechos de autor? ¿Cómo evitar que se rompa el lazo directo con la audiencia? ¿Cómo sostener el negocio?
Aun así, el mensaje de fondo no fue pesimista. Al contrario, Alves reafirmó su convicción de que el periodismo seguirá siendo un bien público esencial. “No imaginamos un mundo sin periodistas. El mejor oficio del mundo seguirá siendo necesario para la democracia”, concluyó. Y dejó claro que el primer paso es reconocer la magnitud del cambio y, sobre todo, prepararse para surfear una nueva ola de transformación que ya está rompiendo sobre nuestras cabezas.