Bahía Blanca | Sabado, 19 de julio

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Roland Garros ya tiene a su cenicienta: Boisson, 361º del mundo, sin sponsor, llegó a cuartos en su debut

Invitada al torneo, venció en octavos a Pegula, la Nº3 del mundo, por 3-6, 6-4 y 6-4.

Con puños apretados celebra la francesa su avance en el torneo. Fotos: El Mundo.

Este año el público de Roland Garros ya había cantado 'La Marsellesa' después de éxitos menores, como la victoria de Arthur Fils ante Jaume Munar en segunda ronda, pero llevaba muchas ediciones sin entonarla por una gesta de verdad. Lois Boisson lo hizo posible este lunes. ¿Lois Boisson? Sí, Lois Boisson. Una tenista desconocida para el gran público y para el aficionado experto, la número 361 del ranking mundial, una debutante en Grand Slam se clasificó para cuartos de final después de derrotar a Jessica Pegula (Nº3), por 3-6, 6-4 y 6-4.

Ahora va por Mirra Andreeva. Y lo tendrá más difícil, pero su historia ya está escrita. París ya tiene a su cenicienta...

Ninguna francesa jugó la final desde Mary Pierce en 2000, ninguna disputó semifinales desde Marion Bartoli en 2011. ¿Y si lo consigue? Para acabar de comprender el alcance nacional de la oportunidad de Boisson sólo hace falta un último dato: Amélie Mauresmo, mito en Francia, actual directora de Roland Garros, nunca pasó acá de cuartos de final.

Gracias a una invitación

Cada año el Grand Slam francés convida a muchas de sus jugadoras a la fiesta y la amplia mayoría terminan eliminadas en primera ronda.

Este año 9 tenistas francesas empezaron el torneo y sólo tres ganaron algún partido. Boisson fue una de ellas, pero el duelo con Pegula parecía su techo. Había vencido a su compatriota Elsa Jacquemot, otra "wildcard", a la ucraniana Anhelina Kalínina e incluso a la belga Elise Mertens (Nº 22). Pero derrotar a la tercera favorita era otra cosa.

Los nervios la atenazaron hasta que empezó a soltar su potentísima derecha y a jugar con la presión de Pegula. El último set fue un intercambio continuo de bolas de breaks. De hecho en el punto final la estadounidense pudo romper el saque a Boisson hasta en cuatro ocasiones, pero perdonó para caer eliminada.

"No sé muy bien qué decir. No esperaba jugar así, pensaba que tenía alguna opción remota, pero era muy difícil", confesó después del encuentro la joven francesa de 22 años, muy tímida, a preguntas de Alizé Cornet, otra histórica del tenis de su país, que nunca superó los octavos de final en Roland Garros.

"Sólo puedo decir que gracias a todos por este ambiente", acabó Boisson y recogió sus cosas para marcharse.

Sumó sponsors

Ahí estaban dos bolsas de raquetas, una Babolat y la otra Technofibre, sus zapatillas Adidas y sus camisetas Asics. La número 361 del mundo no tiene sponsor, aunque eso cambiará después de Roland Garros como ya se ha podido empezado a ver. En los tres primeros encuentros jugó sin publicidad alguna en su equipo, pero este lunes, ante Pegula, apareció con dos logos en su camiseta: la cadena de hoteles Hyatt y el portal inversor XTB.

Boisson venía del peor momento de su carrera después de romperse el año pasado el menisco y el ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Nacida en Dijon, hija del jugador de básquetbol Yann Boisson (llegó a disputar la Euroliga con el Asvel), su evolución despegaba la primavera pasada con su primer título, el WTA 125 de Saint-Malo, cuando se lesionó de gravedad.

"Este es el camino que la vida me dio, ¡Ahora es hora de que la disciplina me lleve de vuelta a la cima!", anunció entonces y no le faltaba razón: la disciplina le ha llevado a la cima. (Fuente: El Mundo).