Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Pulverización: la eficiencia en las aplicaciones puede reducir el 80 % del uso del agua

La promoción de la sostenibilidad ambiental minimiza la huella de carbono y el impacto en los recursos naturales.

La eficiencia no sólo depende de la tecnología utilizada, sino también del conocimiento y profesionalismo de los operarios. / Fotos: Prensa APC

“Los equipos de pulverización desempeñan un papel fundamental en la distribución efectiva de los insumos químicos para combatir plagas y enfermedades. Así entonces, uno de los desafíos más importantes es evitar la deriva y pérdida de eficiencia en la aplicación”.

Para el Ing. Agr. Gerardo Masiá, investigador del Instituto de Ingeniería Rural (IIR) del INTA Castelar, para mejorar la eficiencia en estas prácticas agrícolas es importante considerar la presión de trabajo y el tipo de boquilla utilizada, así como aspectos climáticos tales como altas temperaturas, baja humedad y presencia de viento.

Puntualmente, cuando se trata de ser cada vez más eficiente en la administración del negocio agropecuario, hay que apelar a la utilización de todas las herramientas disponibles en el mercado que, cierto es, no son pocas. Y más aún en cuestiones relacionadas con la utilización de un elemento vital como el agua.

Más allá de representar una ventaja significativa la utilización de boquillas adecuadas para un determinado control de malezas, especialmente cuando se utilizan herbicidas sistémicos, ya que las gotas gruesas y ultra gruesas muestran una eficacia similar a las gotas finas y medias en las pulverizaciones, el especialista del INTA Castelar aclaró un aspecto vital a la hora de la aplicación de este sistema.

“En forma frecuente debe emplearse una adecuada calibración del equipo pulverizador. Esto es, se deben realizar revisiones de filtros y de boquillas pulverizadoras, su estado y limpieza, así como reparar alguna cuestión del equipo propiamente dicho. Del mismo modo, los operadores deben tener los elementos de protección personal y colectivos”, sostuvo.

En este mismo sentido, de maximizar la eficiencia para mantener la competitividad y sostenibilidad en los planteos agrícolas, se alienta desde el programa de calidad del Grupo APC, que tiene como objetivo mejorar la calidad de este tipo de procesos de aplicación por medio de investigaciones que desarrollen métodos, productos y tecnologías innovadoras.

En tal sentido, desde el programa se apunta a trabajar en tres aspectos:

—Conocimientos.

—Estado del equipo pulverizador.

—Configuración para lograr mayor calidad y más eficiencia.

De allí la coincidencia con lo afirmado por el Ing. Masiá, cuando se incluye en sus apartados que la correcta calibración de los equipos y el uso adecuado de los volúmenes de agua son pilares fundamentales para lograr aplicaciones más efectivas.

También que, en cultivos cerrados, se llega a triplicar la llegada de fungicidas e insecticidas a las partes objetivo por la utilización de una pulverización precisa. Y que esto se traduce en un mejor control de plagas y enfermedades (con menos desperdicio de recursos).

También se alude a que la eficiencia no sólo depende de la tecnología utilizada, sino también del conocimiento y profesionalismo de los operarios y técnicos encargados de realizar estas actividades. Y que capacitar a las personas que intervienen en el proceso resulta clave para asegurar aplicaciones de calidad que cumplan con los estándares más exigentes.

¿Cómo se alcanzan prácticas para lograr hasta un 50 % de eficiencia a campo?

—La reducción del uso del agua hasta en un 80 % (sin comprometer la efectividad de la aplicación).

—La disminución de costos operativos a través del ahorro de insumos y de combustible.

—La promoción de la sostenibilidad ambiental (al minimizar la huella de carbono y el impacto en los recursos naturales).