Irá a juicio oral un hombre acusado de violar a una conocida de 87 años
El sospechoso, que mantenía una relación de amistad con la víctima, arribará en libertad al debate que llevará adelante el Tribunal en lo Criminal Nº 3. Según la denuncia, el hecho ocurrió a mediados de 2018 en una casa de la ciudad de Pigüé.
Le abrió la puerta porque lo conocía, aunque nunca imaginó lo que iba a pasar. El hombre, que era amigo desde hacía un tiempo, ingresó a su casa, la persiguió y la condujo a una habitación donde la violó.
Ese es el resumen de la denuncia realizada hace algo más de 6 años por una mujer en la ciudad de Pigüé, con un dato saliente: la víctima, al momento del hecho, tenía 87 años.
La causa fue elevada a juicio y el próximo 25 de este mes el Tribunal en lo Criminal Nº 3 realizará la audiencia preliminar del debate oral, que, en principio, se desarrollaría durante este año.
Las audiencias estarán a cargo del juez Julián Saldías.
El procesado permanece en libertad, ya que oportunamente la Justicia no hizo lugar a un pedido de detención solicitado por el fiscal Diego Torres, a cargo de la UFIJ Nº 4.
El individuo, a quien se identifica con las iniciales N.I. para preservar a la víctima, es representado por un defensor oficial y está imputado del delito de abuso sexual con acceso carnal.
Según la acusación del Ministerio Público Fiscal, el delito se cometió el 29 de agosto de 2018, alrededor de las 15, cuando el presunto violador se presentó en la casa de la víctima.
La damnificada, según admitió, conocía al sospechoso, de 55 años, y a su esposa, por lo que le abrió la puerta y fue sorprendida por la presencia del sujeto con los pantalones bajos.
Manifestó que intentó encerrarse en el baño, aunque el acusado logró ingresar y la trasladó por la fuerza hacia el dormitorio, donde finalmente la habría abusado sexualmente.
Revelación
La víctima declaró mediante el sistema de cámara Gesell y dijo que recién 4 días después del hecho, tras vencer el temor que le produjo lo ocurrido, pudo contar lo que le había pasado.
Describió que conoció al imputado y a su esposa en 2004, que la asistieron cuando tuvo algún inconveniente de salud y con distintas tareas en su casa, por lo que solían frecuentar su domicilio.
Relató lo sucedido y, entre otras cosas, mencionó que tras abusarla el acusado se retiró de su vivienda indicando que debía concurrir a un turno con la pedicura.
Detalló que varias horas después el individuo regresó acompañado por su pareja y ante el reclamo de la víctima negó los hechos.
El hombre manifestó que la acusación “era mentira” y que la denunciante “no sabía lo que decía”.
La esposa del procesado también descartó que fuera verdad lo que le estaba contando la damnificada.
La jubilada admitió que, tras vencer el temor, logró revelar lo sucedido a una de sus hijas.
Esta última declaró en la investigación y, además de mencionar lo referido por su madre, señaló haberla observado “angustiada, nerviosa y temblorosa”.
Otra hija también testificó y describió que intercambió mensajes con la esposa del imputado (lo presentó ante la Justicia), quien le negó las acusaciones.
Peritajes
En la causa se encuentra agregado el informe de un medico que examinó a la damnificada y detalló la presencia de algunas escoriaciones en su cuerpo.
Las pericias determinaron la presencia de PSA en un acolchado, aunque fue analizado en La Plata y los especialistas concluyeron que no se pudo elaborar un perfil genético de la muestra.
En tanto, un perito psicólogo que entrevistó a la denunciante describió la presencia de “algunas fallas en su memoria y algunas deformaciones en su recuerdo de los hechos, pero el relato es acorde en lo central del expediente”.
Y refirió que esas cuestiones son propias de la edad.
Del mismo modo, manifestó que no encontró indicios de fabulación en la denunciante.
Inocencia
El imputado declaró durante la instrucción de la causa en la sede de la fiscalía y negó las acusaciones en su contra.
El hombre afirmó que los dichos de la mujer “eran mentiras”.
Sostuvo que la jornada en la que habría ocurrido el abuso estuvo jugando a las cartas en las dependencias del centro de jubilados y que posteriormente concurrió a un turno con una pedicura.
En este sentido, en su descargo brindó las identidades de testigos que, según él, podrían confirmar sus dichos.
También describió que tiempo atrás le diagnosticaron una delicada enfermedad a nivel de la próstata.
Manifestó que el tratamiento le trajo aparejadas varias secuelas físicas, por ejemplo cardíacas.
Al respecto, manifestó además la imposibilidad de mantener relaciones sexuales.
Al momento de realizar la elevación a juicio de la causa, el fiscal consideró que con sus dichos el imputado solo intentó mejorar su situación procesal.
El representante agregó, entre otras consideraciones, que el abuso habría sucedido con antelación a su consulta a la pedicura.