“Para los fieles hinchas de Huracán y toda la gente del bule, para ellos es el título que se logró”
El Globito se coronó campeón de la edición 2025 de la Liga del Sur y el cierre de año lo hizo el capitán Leonel Navarro, que cumplió una década en el club whitense y es uno de los máximos referentes del plantel. “Merecíamos festejar, este grupo dio todo para demostrar que la gloria era posible”, expresó.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Lleva diez años en Huracán y tiene el privilegio de sentir que las alegrías superaron ampliamente a las tristezas. Es el capitán del plantel que acaba de conseguir el título 2025 en la Liga del Sur y cuenta con un alto rango de representatividad en un grupo que comprendió que el mensaje era el mismo para todos: para lograr el éxito deportivo es fundamental fortalecer los vínculos y la unión fuera del rectángulo de juego; el sentido de pertenencia como bandera frente a la adversidad y la competencia.
“Esa es la identidad del Globito, un equipo con muchísimo respeto al escudo que defiende”, destacó Leonel Navarro, uno de los líderes positivos del conjunto del bulevar whitense.
“No hicimos un buen torneo Apertura, por momentos estuvimos a la deriva y peleamos los puestos de descenso y promoción, pero prometimos cambiar para el Clausura y el objetivo fue llegar a la final anual, la que finalmente pudimos ganar (ante Bella Vista) después de una tanda de penales para el infarto”, señaló “Bombita” tras alzar su quinta Copa en el “Cangrejo” (Clausura 2015, Apertura 2023 y anual 2025 LDS, más Federal C 2017 y Preclasificatorio Federal Amateur 2021).
“Es una felicidad inmensa saber que estuve en todos esos campeonatos, aunque este, el último, es el más importante de mi carrera, por la edad (tiene 34 años), por saber que me queda poco tiempo activo como futbolista a este nivel y por las responsabilidades que se van sumando a medida que avanza la vida. Soy padre (de Ambar, de 7 pequeños abriles) y con mi señora (Florencia) tenemos que hacer malabares para organizar horarios, salidas y cuestiones propias de la convivencia familiar”, se sinceró el nacido en la ciudad bonaerense de Luis Guillón.
“Leo” reside en Punta Alta, trabaja de estibador portuario (representa al SUPA) y de lunes a viernes entrena en el bule. “Salgo de casa a las 7 y regreso 12 horas más tarde”, certifica dándole valor al esfuerzo.
“Valió la pena el sacrificio. En un momento del año no me tocó jugar y como capitán sentí que debía ser el primero en apoyar desde afuera, desearle lo mejor --y demostrárselo-- al compañero que entraba por mi. De esa manera, sin egoísmos ni reacciones negativas, se fue formando el grupo, que dio la cara en todo momento y fue la base para conseguir todo lo que se logró”.
“Cuando llego a mi casa me duele todo, pero nunca dejé de meterle, por estos chicos, que se merecían festejar”, amplió contemplando una celebración que unificó a jugadores, dirigentes, familias y a todo el barrio en la esquina del club.
“Esta gente, humilde pero fiel a Huracán, deseaba festejar como nosotros. Le dimos una alegría, y eso es lo más gratificante a la hora de hacer un análisis sobre la campaña o un balance sobre lo que fue el campeonato para la institución. En ellos, en los hinchas que alientan con el alma y el corazón, pensé cuando terminó el partido; sí, mi mayor dedicatoria va para todos los fieles huracanenses”, alcanzó a declarar mientras la emoción le electrocutaba el cuerpo.
“Que los chiquitos vengan y te pidan hasta las medias, o que la gente grande llore a tu alrededor, eso es amor y pasión, y es la imagen que me quedará por siempre”, calificó el volante formado en Boca y con debut en la Primera de Ferro en 2012.
“No me quiero olvidar del cuerpo técnico (liderado por el entrenador Mauro Brunelli), que por los malos resultados estuvo en la cuerda floja y muchos los daban como despedidos del club. En ese momento, los más grandes le brindamos todo el apoyo al DT y le dijimos que si tenía que sacar del equipo a alguno de nosotros, que no le tiemble el pulso porque el grupo estaba por encima de todo y nadie le iba a poner mala cara”, relató con el impulso vocal renovado.
Asegura que no sabe si en 2026 seguirá ligado al Globito, aunque sus amigos de la “mesa chica” (Brian Scalco, Eze Alonso, el Pato Linares, Juli Pérez, entre otros) ya le avisaron que no lo dejarán ir.
--A lo sumo te vas al SUPA, que la “rompió” en la Liga de Coronel Dorrego y va por más.
--No, que al SUPA vayan los viejitos que vos nombraste, ya están para el cambio de categoría...(risas). Yo tengo para uno o dos años más tranqui.