El día que Héctor Alterio se detuvo en La Carrindanga y su auto cayó en el arroyo Napostá
Fue en ocasión de filmarse una escena de Caballos Salvajes, uno de los grandes éxitos del cine nacional.
Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
En una escena casi bizarra, Leonardo Sbaraglia (Pedro) y Héctor Alterio (José) están huyendo de la policía luego de ser parte del robo a un banco, manejando un Ford Escort XR3 Cabriolet negro, descapotable. Van rumbo al sur, donde esperan encontrar ayuda y refugio.
Es parte de la trama de Caballos Salvajes, película de Marcelo Piñeyro estrenada en 1995, de las más vistas en la historia del cine nacional.
El auto de alta gama avanza por el estropeado camino de La Carrindanga cuando, a la altura de puente Canessa, Alterio (José) le pide a Sbaraglia (Pedro) que se detenga unos minutos para poder orinar. Ambos se bajan y pocos segundos después, por la pendiente del camino, el vehículo se pone en marcha y pese a los desesperados intentos de Pedro (Sbaraglia) termina debajo del puente, sumergido en las aguas del Napostá.
La toma final los muestra a ambos actores jugando al fútbol con las piedras que hay sobre el camino, acompañados del tema Campos e algodón, de Creedence Clearwater Revival.
Un video de aquel momento muestra a los actores compartiendo un almuerzo en el lugar, en un descanso de la filmación.
Es en este film donde Alterio protagoniza una escena que es parte de la memoria colectiva nacional. Ocurrió en un lugar llamado Cerro Avanzado, en el Golfo Nuevo, cerca de Puerto Madryn. El actor estaba frente al mar, extasiado con la belleza del lugar, pero no tenía letra para ese momento. Piñeyro llamó entonces a la escritora y guionista Aída Bortnik para pedirle una idea. Por teléfono, Piñeyro le contó la situación y le describió el lugar y Bortnik le contestó: “Decile a Héctor que diga: La puta que vale la pena estar vivo…”. Un clásico.
PD. Héctor Alterio falleció hoy, en Madrid, a sus 96 años de edad. Participó en casi 100 películas, entre ellas La historia oficial, La Tregua, Camila, La Patagonia Rebelde, El hijo de la Novia y Tango Feroz.