Carlos Javier Regazzoni: "La IA representa un nuevo paradigma para mejorar la salud de la población"
El médico y doctor de Ciencias Biomédicas por la Universidad de Buenos Aires expuso ayer Bahía. "La salud pública se ha deteriorado, es necesario recomponer el sistema", dijo.
Subjefe de la Sección Deportes con especialización en temas deportivos. Más de 30 años comentando fútbol y otro tipo de actividades; además de haber realizado coberturas en todo el país con la incursión de los elencos bahienses en la elite del fútbol nacional. También coberturas del seleccionado Argentino en acontecimientos como Copa América y amistosos internacionales.
"La Argentina tiene un panorama sanitario que se ha vuelto más complejo en los últimos 30 años. La salud pública se ha deteriorado, en buena medida por las condiciones sociales, y es necesario recomponer el sistema. En este contexto, la inteligencia artificial representa un nuevo paradigma que puede ofrecer herramientas valiosas para mejorar la salud de la población, como aumentar los niveles de vacunación, fortalecer la medicina preventiva y mejorar la calidad de ciertas prestaciones médicas".
Así lo expresó Carlos Javier Regazzoni, médico y doctor de Ciencias Biomédicas por la Universidad de Buenos Aires, especializado en medicina interna, quien ayer expuso sobre la “IA Aplicada: Salud, Trabajo y Seguridad”, durante la apertura del encuentro BahIA Productiva, desarrollado en el Centro Histórico Cultural de la UNS.
"Incorporar inteligencia artificial es un desafío. Suele aparecer el temor entre los profesionales de que la tecnología pueda reemplazar su trabajo. Esa inquietud es comprensible pero, en realidad, la IA bien aplicada puede potenciar el trabajo profesional, no sustituirlo. No obstante, su implementación no es sencilla, porque no alcanza con usar IA para que automáticamente mejoren los ingresos o las condiciones laborales. La clave está en la formación, especialmente en las facultades, porque estamos ante un cambio de paradigma que incluso modifica la epistemología médica", apuntó el profesional en diálogo con La Nueva.
-¿Se están realizando capacitaciones?
-Sí, pero aún son pocas. Algunos expositores ya mencionaron que la capacitación de los recursos humanos es fundamental para incorporar herramientas de IA. Ustedes, en Bahía Blanca, tienen una ventaja estratégica, porque cuentan con la Universidad Nacional del Sur, pionera en el país en el estudio de técnicas de inteligencia artificial, un polo industrial muy fuerte y un parque tecnológico en desarrollo. Todo esto coloca a la ciudad de Bahía Blanca en un lugar clave para impulsar la adopción de estas tecnologías.
-En otros países, ¿se aplica con éxito o todavía predomina la incertidumbre?
-En mi opinión, todas las aplicaciones actuales son experimentales. Son proyectos piloto, porque adoptar IA implica cambiar la forma en que funciona una organización, y eso no es simple. Además, hay cuestiones que resolver: salarios profesionales, seguridad y responsabilidad profesional. Si un médico consulta a un sistema y el sistema se equivoca, ¿quién es responsable? Es solo un ejemplo de los muchos aspectos que aún requieren definiciones.
"Pero avanzar en pruebas pilotos permite también ir desarrollando marcos y reglas de implementación", aclaró.
-¿Cómo está reaccionando el profesional de la medicina ante estas iniciativas?
-El ser humano debe tomar la iniciativa y ser quien gobierne la inteligencia artificial. Las personas son lo más importante. Si la tecnología evoluciona sin que pongamos a las personas en el centro, perdemos el sentido mismo de lo humano.
"La tecnología debe adaptarse a nosotros, y no al revés. Ese es el camino para aprovecharla verdaderamente en beneficio de todos", puntualizó.
-¿Cómo interviene la IA en el análisis estadístico y en el desarrollo poblacional?
-La inteligencia artificial es, en esencia, una herramienta basada en la estadística. Las redes neuronales son funciones matemáticas que buscan resolver problemas con incertidumbre. Por eso se aplican en situaciones donde no tenemos una respuesta exacta; en interpretar síntomas para estimar un diagnóstico en el caso de la medicina o bien predecir si va a llover al observar nubes en lo climático o anticipar si una persona va a cruzar la calle mientras manejamos en materia de seguridad.
"La IA brinda respuestas aproximadas, nunca exactas, para este tipo de incertidumbres. Y cuanto más datos se tienen, mejor funciona, aunque siempre habrá un margen de incertidumbre", concluyó.