"Gobernar es explicar", consejos y análisis de un experto en comunicación política
Carlos Germano dio una conferencia en Bahía Blanca sobre el tema y analizó la actualidad argentina: Milei en auge, el peronismo en caída y el rol clave de EE. UU.
Jefe de Noticias de La Nueva. Analista político y conductor del programa de actualidad "Allica y Prieta a las 12" que se emite por La Nueva Play. Ha hecho coberturas políticas en el país y en el extranjero.
Consultor y analista político, Carlos Germano visitó esta semana Bahía Blanca para encabezar la presentación del manual ABC de la Comunicación Política, invitado por ACEP (Asociación Civil de Estudios Populares) y la filial local de la Fundación Konrad Adenauer.
Germano habló con La Nueva. sobre la relevancia de la comunicación en los tiempos actuales y también analizó la actualidad del país tanto en su situación interna como en la inserción argentina en el contexto internacional.
En su presentación ante el público, en un hotel céntrico, fue presentado por el titular de ACEP en Bahía, Santiago Mandolesi Burgos, y por Augusto Calderaro.
Experto en comunicación política y coautor del recientemente publicado libro "Acciones para una buena comunicación en campañas electorales", estos fueron algunos de sus conceptos en diálogo con este diario.
--¿Gobernar es comunicar?
--Gobernar es comunicar y explicar. Hace muchos años el expresidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, lo planteaba como una obligación. Explicar la gestión, hacerle comprender a la gente lo que se está haciendo y por qué se está haciendo. Me parece que es un rasgo esencial. Yo lo que veo es que hay mucha subestimación hacia el ciudadano común, la política tradicional entró desde hace muchos años como en una "etapa superior", como si fueran diferentes a los ciudadanos. Y ese desencuentro le está costando mucho a la política, romper la endogamia y llegar mucho más claro, con mayor intensidad.
--¿Milei es claro?
--A mí me costó mucho entender por qué Milei llegó a presidente. Si tomamos como punto de partida 1983, la etapa democrática moderna, Milei llegó rompiendo todos los cánones tradicionales. En situaciones de crisis la sociedad argentina se había acostumbrado a que el bombero era el peronismo: apareció Menem en el despelote alfonsinista, Duhalde en el despelote de la Alianza, el peronismo unido tras el fracaso económico de Macri y, de pronto, algo pasó. Es verdad que el peronismo en el gobierno fracasó abruptamente en el periodo de 2019-2023, como nunca antes. Hoy en todos los sondeos de opinión se habla de que fue el peor gobierno del 83 a la fecha. Pero el hecho es que se rompió un paradigma, el peronismo ya no es bombero e incluso si el gobierno de Milei mañana fracasa no es la alternativa obvia.
--¿Por qué?
--Veo a un peronismo totalmente desarticulado, cada vez más cerrado, sin propuestas para poder ubicarse frente a las necesidades actuales de la sociedad. Lo vimos claramente en la campaña, todo era "frenemos a Milei", así como a principios de 2024 se planteaba cuánto duraba o si llegaba a Semana Santa. Sin embargo, no se le dio a la sociedad una alternativa, algún tipo de propuesta superadora. Obviamente el PJ sigue siendo un partido importante, pero yo te diría que si Milei fracasa veo una posibilidad de que lo que venga después puede ser otro outsider, alguna figura que tenga poca vinculación con la política.
--En términos de comunicación, Milei rompió paradigmas y también pareciera que cambió la percepción de la sociedad sobre los mensajes que se reciben. Un ejemplo fue el debate con Sergio Massa, donde todos los expertos creían que el "profesional de la política" había ganado con comodidad pero el resultado del ballottage demostró otra cosa.
--Ese ejemplo es el ideal para observar el gran cambio que se dio. Todos los especialistas vieron a un Massa ganador, aunque la sociedad lo decodificó de otra manera. Y vos decías, ¿qué pasó acá? Pasó que la sociedad dijo basta, así no podemos seguir, probemos algo nuevo y después vemos qué pasa. Ese fue el momento del gran cambio, hubo casi un salto al vacío con un candidato despeinado y que gritaba como un loco, lo cual es muy distinto a lo que pasó en las elecciones de este año. El voto del 2025 fue un voto conservador, la gente no arriesgó, dijo "conservemos". No le dio a La Libertad Avanza un cheque en blanco, pero sí un plazo fijo. Le dijo a Milei "seguí trabajando, seguí profundizando". Y para esto contribuye lo anterior, la ausencia de propuestas alternativas, la oposición siguen pensando de manera endogámica.
--¿Cuánto influyó el proceso de desinflación?
--Claramente un sector de la población ve que Milei está cumpliendo con uno de los temas más importantes. Y el costo de ese proceso es muy fuerte, más del 50 % de los argentinos no está llegando a fin de mes y casi el 90 % de la población perdió calidad de vida, pero así y todo le volvió a dar la posibilidad de avanzar a este gobierno, en buena medida porque las alternativas eran más de lo mismo y porque el gobierno no está haciendo cosas distintas a lo que prometió, como un gran ajuste en las cuentas públicas. Y también mucha gente ve que las calles están más tranquilas, que el Ministerio de Capital Humano cortó la intermediación de los subsidios y la ayuda estatal llega directa a los beneficarios, etcétera. Esos logros fueron valorados. No obstante, hay un amplio sector que permanece distante.
--¿Por ejemplo?
--Muchos de los que están en contra de Milei no fueron a votar, directamente se quedaron en su casa. Antes del 26 de octubre, en casi todas las provincias, 4 de cada 10 argentinos no fue a las urnas. Eso es contra Milei y contra toda la dirigencia. El 26 de octubre subió un poco la participación, faltaron 3 de cada 10. Pero el ausentismo es uno de los grandes datos de estas elecciones de medio término.
El alineamiento con Trump y la nueva mirada de EE. UU. sobre América Latina
--Otro paradigma que se rompió en el proceso electoral de este año es que después de la derrota bonaerense de La Libertad Avanza se produjo un rescate del gobierno de Donald Trump. Históricamente el "argentino promedio" ha tenido una vena antiimperialista, anti yanqui, pero en este caso parece que todo eso jugó a favor de Milei.
--Fue muy importante la irrupción del gobierno de Trump porque rescató a Milei de situaciones complicadísimas. Había vuelto el temor económico por el tembladeral que podía producir un dólar disparado y algunos ya veían venir el fantasma de que ciertos productos se dejaran de conseguir, cosas que hemos vivido tantas veces. En este tema de Estados Unidos yo observaría dos ejes. Uno es la sociedad argentina y otro, la geopolítica. Claramente hay un cambio de estrategia de la política exterior de los Estados Unidos.
--¿De los Estados Unidos o puntualmente del gobierno de Trump?
--Hoy es Trump, aunque veo que esto va más allá. Creo que hay un cambio de estrategia. Cuando Trump habló de la ayuda, dijo que era para el gobierno de Milei pero, si los argentinos votaban diferente, que se arreglen. Sin embargo, ahí hubo dos intervenciones más. Una del secretario del Tesoro, Scott Bessent, que habló de la importancia argentina en puertos y logística; y otra, de no más de 20 o 30 segundos, del secretario de Estado, Marco Rubio, donde planteó el tema de una nueva mirada de su país hacia Latinoamérica. ¿Por qué? Por la carrera de Estados Unidos con China, un país que venía avanzando abruptamente y había ocupado lugares que Estados Unidos abandonó totalmente. Y la política es lo más parecido a la física. Cuando hay un espacio vacío, ese espacio alguien lo ocupa.
"Con Argentina se da el dato adicional de que en los últimos tiempos hubo algún tipo de negociación entre el gobierno de Tierra del Fuego y China para la construcción de un puerto, que no es un tema menor para los Estados Unidos, porque ahí abajo tenés el famoso paso Atlántico-Pacífico. Aquí recordemos que la primera reunión internacional de Milei presidente, en marzo del 2024, fue en Tierra del Fuego con la general Laura Richardson, que en ese momento era la titular del Comando Sur. En ese momento estaba hablándose muy fuerte de que el gobernador Gustavo Melella había mantenido muchas reuniones con el gobierno chino por la construcción de ese puerto. O sea, empieza a darse una situación donde Estados Unidos mira a la región de otra manera. A esto se suma que el gobierno actual le dice no al BRICS, luego de que Alberto Fernández había dicho sí. Javier Milei es el primer presidente, desde la Segunda Guerra Mundial, que abiertamente se alinea con Estados Unidos e Israel, ni siquiera Carlos Menem en la época de las relaciones carnales tuvo un posicionamiento así. No sé cómo terminará, pero es una decisión audaz.
--¿Y es una decisión lógica? No digo buena o mala, sino que cuenta con elementos de razonabilidad.
--Yo creo que en este momento tiene lógica. Y ahora vuelvo a la otra pata de la pregunta inicial. Hoy tenés una sociedad argentina donde el 50 % de la población con edad de votar es menor de 40 años. Es una sociedad que no tiene ningún tipo de pruritos o complejos con respecto a los Estados Unidos. No lo ven como algo negativo, como el imperialismo y demás. Lo ven como un país donde se desarrollan productos que les gustaría tener. Algunos sondeos postelectorales marcan que el 60 % de la sociedad argentina manifiesta estar de acuerdo con la intervención electoral de los Estados Unidos. Eso, hasta hace unos años, era totalmente impensado. Creo que Javier Milei lo percibió, es un hombre de intuición y un hombre de suerte. A poco de ser presidente, tomó una decisión crucial en el medio de la campaña norteamericana: se sacó la foto con Donald Trump. Estuvo en el lugar justo. Por eso hablo de suerte, le podía haber salido mal. Yo creo que Estados Unidos empezó a mirar la región como hacía décadas no lo hacía y Argentina está muy bien parada.
El Estado presente y el riesgo para el peronismo del "no lugar"
--Para finalizar. Hoy tenemos a Milei como principal líder político de Argentina y la oposición no termina de encontrar una figura fuerte. Aquel que quiera ser esa contrafigura del presidente, venga del espacio que venga, ¿a quién le tiene que hablar?
--Por supuesto, tenés que hablarle a todos, pero con propuestas y alternativas. Ahora, si el peronismo o el radicalismo proponen a volver a hacer lo que se hizo hasta 2023, eso está perimido. El 19 de noviembre de 2023 la sociedad argentina dijo "hasta acá, para atrás, no". Una cosa muy importante a tener en cuenta es que un 30 % de la sociedad argentina no fue a votar y muchos sectores que lo hicieron por Milei le dieron un "sí, pero". Hay mucho espacio para una propuesta política alternativa. El problema es que el principal partido opositor está enfrascado en luchas internas, no puede dirimir quién es su líder y discute con discursos totalmente perimidos. O sea, el "Estado presente" terminó de dinamitar la calidad de vida de millones y millones de ciudadanos, no te cambió la vida, al contrario. La gente hoy tiene la percepción de que hay dirigentes tradicionales ricos y sociedades pobres.
"Y la unidad va destruyendo al peronismo, si no se anima a un debate frente al soberano peronista, a sus afiliados y seguidores, si sigue reivindicando a los años '70 cuando casi estamos en 2030, más difícil será convencer a ese 30 % que no fue a votar. Argentina es una sociedad difícil y el actual proyecto económico va a dejar mucha gente en el costado. Pero si el peronismo sigue aferrado al pasado kirchnerista, por más que la gente se canse de Milei en 2027, yo creo que el electorado va a buscar oportunidades con otros dirigentes, otros candidatos, que tengan muy poco que ver con el pasado. Más aún: si el peronismo sigue aferrado a lo que fue el kirchnerismo va a tender a pasarle lo que le está ocurriendo al radicalismo, que es el 'no lugar'. Es decir, no poder de representar los intereses de la sociedad".