Bahía Blanca | Domingo, 05 de octubre

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“Historias escritas a medida": cuentos que abrazan y sanan el alma

Florencia Morano, maestra Waldorf y narradora, crea cuentos personalizados que ayudan a niños y familias a transitar momentos difíciles. Su proyecto, que combina pedagogía, arte y sanación, se expande con talleres grupales y un libro en proceso que invita a todos a contar su propia historia.

Florencia escribe relatos que sanan. Desde su rol como maestra Waldorf en el jardín San Miguel Arcángel, en Buenos Aires, descubrió que las historias podían ser mucho más que entretenimiento: podían convertirse en puentes hacia el alma de los niños, herramientas para procesar emociones y vivencias complejas.

“Empecé a escribir cuentos para acompañar a niños de mi sala que estaban atravesando situaciones difíciles. Les regalaba los relatos a las familias, que se los contaban durante tres semanas. Y algo pasaba: el niño comenzaba a procesar lo vivido a través de las imágenes”, cuenta Florencia, quien se formó en pedagogía Waldorf y realizó un curso sobre el poder terapéutico de los cuentos en Emerson College, Inglaterra.

Florencia Morano, maestra y narradora

Así nació su proyecto de cuentos sanadores que difunde en su página "The Blooming Tree" (Arbol en flor) donde difunde sus talleres de inglés con orientación Waldorf, y donde hoy recibe pedidos de escuelas, familias y profesionales de todo el país. Los temas son tan diversos como profundos: duelos, separaciones, nacimientos, miedos, cambios.

“Las imágenes que ilustran los cuentos no son moralizantes. No hablan de lo correcto o incorrecto, sino que ofrecen caminos suaves, sutiles, que los niños pueden recibir porque viven en el mundo de la imagen”, explica.

Cada cuento es único. Para crearlo, Florencia pide a las familias fotos del niño o niña, sus dones, sus desafíos, y aquello que desean trabajar. Luego, espera la inspiración, que puede llegar en tres semanas o en tres días.

Manuela Ferreira, ilustradora

“No lo puedo forzar. Depende de cómo estoy, de mi rutina, de si estoy cansada. Pero tengo la suerte de estar con niños todos los días, que me inspiran con su mundo lleno de asombro y mirada hacia las cosas pequeñas de la vida”, dice con ternura.

A este proyecto se sumó Manuela Ferreira, también maestra Waldorf, ilustradora y amiga de Florencia desde el profesorado Perito Moreno donde estudiaron juntas. En conjunto crean los más lindos cuentos ilustrados en acuarelas y pintados y escritos a mano.

“A veces me piden solo el cuento, otras veces el cuento con la ilustración. Incluso a Manu (@nanay.manu) le encargan ilustraciones como regalo, sin cuento, que también *son muy hermosas y acompañan al niño terapéuticamente ”, agrega.

Actualmente están trabajando en un libro que reunirá estos relatos junto con ejercicios para que las personas puedan escribir sus propios cuentos. 

Cada cuento es un envío especial

"Queremos que cada uno pueda encontrar su ‘había una vez’, transformar su biografía en historia, resignificar lo vivido y compartirlo. El libro aún no está terminado, pero ya comenzaron los talleres grupales para desarrollar ese contenido. El primero será este domingo, de forma online, y está abierto a quienes quieran participar", cuenta.

El enfoque es claro: acompañar a las familias desde el arte, la imagen y la palabra.

“Creemos que es una herramienta importante en la crianza tener estos recursos artísticos a mano, porque nos ayudan a hablarle directo al alma del niño”, reflexiona Florencia. Y no solo al niño: los cuentos también actúan sobre los adultos que los leen cada noche, generando un efecto familiar, profundo y transformador.

En sus propias palabras, el trabajo con cuentos sanadores es una invitación a honrar el camino único de cada persona, a explorar sus vivencias y transformarlas en historias que reflejan la experiencia universal de ser humanos.

“Nuestra vida es una historia única, y cada uno tiene un relato lleno de pérdidas, amores, triunfos y transformaciones. Los cuentos permiten desbloquear memorias, descubrir tesoros ocultos y darles nuevo significado. En resumen, el trabajo con cuentos sanadores no solo es un acto de sanar o transformar el dolor, sino también un medio para celebrar la vida en todas sus dimensiones, y una herramienta poderosa para fortalecer la conexión entre los miembros de la familia a través de la magia de las historias”, concluye.

Para conocer más, participar de los talleres o encargar un cuento, se puede contactar directamente con Florencia al IG The Blooming Tree o [email protected]. Y quizás, en ese encuentro, descubrir que también uno tiene una historia que merece ser contada.