Vecinos reclaman por una pérdida de agua que lleva casi un año
Se encuentra en Humboldt al 2300, del barrio Villa Don Bosco. "Vienen, tapan y vuelve a surgir el agua. Incluso acá estuvo el intendente y dijo que era un desastre todo esto”, relataron.
Vecinos de Humboldt al 2300, entre Necochea y Godoy Cruz, continúan con los reclamos por una pérdida de ABSA que lleva por lo menos diez meses y aseguran que por más que se realicen arreglos provisorios, el problema persiste y cada intervención parece agravar la situación.
"Desde principio de año que estamos con esto; los pozos son cada vez más grandes, vienen, tapan, vuelve a surgir el agua, se vuelve a estropear, las casas se están rajando... A nosotros se nos rajó el ventanal de la panadería”, contó Soledad, una de las vecinas afectadas.
En diálogo con Panorama, por LU2, contó que ayer la empresa volvió a intervenir, pero el intento de reparación terminó empeorando el panorama. "Rellenaron un poco y ahí fue cuando reventó por el otro lado. En casi toda la cuadra hay rajaduras en las casas, roturas. Hay vecinos que quieren arreglar un poco y no pueden porque sale permanentemente agua y hay una casa que está bastante complicada porque el pozo está casi en la vereda", agregó.
Néstor, dueño de la panadería en la mitad de la cuadra, confirmó el malestar general. "Vienen, tapan y no solucionan el problema. No le encuentro la vuelta, ya no sé a quién más reclamar", expresó con resignación.
"Le mostré a ABSA todas las rajaduras que hay en la panadería, también Marcelo en la ferretería, el vecino de enfrente lo mismo... Y se suma también lo de los basureros, que no pasan, no juntan la basura como corresponde. La verdad que estamos complicados. Acá pasa el colectivo y es un tembladero bárbaro, ya se me rompió una vidriera", detalló.
Ante la falta de respuestas, los vecinos pensaron en acudir a la Justicia. "Estamos evaluando con un par de vecinos hacer una presentación, porque reclamamos pero no hay ningún tipo de solución. Incluso acá estuvo el intendente (Federico Susbielles) también y dijo que era un desastre todo esto. Pero bueno, no sabemos cómo seguir con todo este tema”, dijo Néstor.
A los daños materiales se suma el impacto económico. "Las ventas acá se han caído un montón porque ha estado la calle cerrada. Y hay gente que ni pasa por acá porque hay tres o cuatro roturas importantes sobre el asfalto. Nosotros le hemos echado tierra a las rajaduras pero de nada sirve. A esto hay que darle una solución definitiva”, concluyó.