Muerte de Sandra Romero: "Esto fue un asesinato", dijo una de sus hijas
Mañana se pone en marcha el juicio oral por la muerte de la mujer, ocurrida a principios del año pasado, cuando su moto fue embestida por una camioneta en avenida Colón y Drago.
"Estamos nerviosas, casi no podemos dormir y con un dolor imposible de explicar. Queremos que haya justicia y sean derechos a la hora de establecer la pena", así describió Natalia Pérez cómo aguarda el comienzo del juicio oral por la muerte de su madre Sandra Romero.
La mujer falleció el 9 de marzo de 2024, cuando la moto en la que se dirigía a su trabajo fue embestida en avenida Colón y Drago por una camioneta Nissan Frontier guiada por Ángela Leguizamo, quien, según la acusación, conducía bajo los efectos de cocaína y anfetaminas y a elevada velocidad.
El debate se pondrá en marcha mañana y será llevado adelante por el Tribunal en lo Criminal Nº 3.
"Pedimos una justicia ejemplar. Si el día de mañana sale (por la imputada) va a volver a consumir, a manejar y seguirá matando gente. Estas personas no se curan. Fue mi mamá, pero ese día podría haber sido una carnicería", agregó la mujer en declaraciones al programa Panorama de LU2
Se logró determinar que Leguizamo (nació como hombre pero se autopercibe mujer) circuló con exceso de velocidad, por lo menos desde la avenida Colón al 900 hasta el lugar del impacto con la motocicleta, no respetando al menos los semáforos de Colón y Chile, Colón y Berutti y Colón y Darregueira, los cuales atravesó con luz roja.
En la elevación a juicio, el fiscal Cristian Aguilar calificó la conducta atribuida a Leguizamo como homicidio simple con dolo eventual -con penas de 8 a 25 años de cárcel-, calificación que fue compartida por la jueza de Garantías al momento de otorgar la prisión preventiva y con posterioridad por la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal.
"No le dio tiempo a nada y ella estaba de espaldas. Esto fue un asesinato", aseguró.
Su hermana Karina agregó que "mi mamá había cambiado el horario de entrada al trabajo porque le tenía terror a los que salían de los boliches y paradójicamente le pasó esto".
"Es la ley de la vida que nuestros padres se puedan ir en algún momento, pero no de esta manera. Si mi mamá se hubiera caído de una escalera al fallecer el dolor sería el mismo pero las circunstancias diferentes. No puedo superar cómo murió y me sigue pareciendo que fue ayer", finalizó Natalia.