Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

Bahía Blanca | Lunes, 13 de octubre

Construcción alternativa: eficiencia, menor costo y sustentabilidad

En un escenario de alta incertidumbre económica y suba de costos en insumos tradicionales, los sistemas constructivos alternativos ganan terreno en la región. Bahía Blanca y el interior bonaerense se posicionan como puntos clave de esta transformación.

 

En un contexto donde la inflación, la volatilidad del dólar y el encarecimiento de materiales como el cemento o el hierro complican las inversiones en ladrillo, la construcción alternativa aparece como una respuesta concreta a los desafíos del presente. Steel frame, paneles orgánicos, construcción modular: lejos de ser una moda pasajera, estos sistemas se consolidan como una tendencia estructural en el país.

La eficiencia energética, la sustentabilidad ambiental y los menores plazos de obra son algunos de los factores que explican el auge de esta modalidad. Pero además, en ciudades como La Plata o en municipios del interior bonaerense, se convierte en una oportunidad para repensar el desarrollo urbano y productivo.

Eficiencia energética y sustentabilidad: una sinergia clave

Los nuevos sistemas constructivos priorizan el uso de materiales renovables o reciclables, reducen el consumo energético y minimizan el impacto ambiental de las obras. En ese sentido, se alinean con los principios de la economía circular y con las demandas de un consumidor cada vez más consciente.

“Hoy existen paneles orgánicos para construcción en seco, compuestos por un núcleo 100% de paja de trigo comprimida a alta presión, que son muy simples de instalar”, explica el arquitecto Ariel Sueiro, especialista en bioaislaciones y eficiencia energética además de ser uno de los referentes de Agroplak.

Estos paneles reemplazan materiales más costosos y contaminantes, al tiempo que mejoran la aislación térmica y reducen el consumo energético en viviendas y edificios.

Una estrategia frente a la inestabilidad

La escalada de precios en los materiales cotizados en dólares y la ralentización de obras públicas y privadas por la incertidumbre macroeconómica obligan a buscar alternativas más predecibles. En ese escenario, la construcción alternativa emerge también como una estrategia para diversificar riesgos y canalizar inversiones con retorno más rápido y costos más controlados.

“La construcción tradicional demanda más tiempo, más mano de obra, y una logística más compleja. Los sistemas alternativos permiten reducir tiempos hasta en un 50%”, indican desde el sector.

Casos locales que abren camino

En la provincia de Buenos Aires, varias empresas están liderando este cambio de paradigma. Una de ellas es Agroplak, una firma que produce paneles orgánicos a partir de desechos agrícolas, como la paja de trigo. Su propuesta no solo es innovadora en términos técnicos, sino que representa una apuesta por una construcción más sustentable, accesible y adaptada al contexto actual.

Desde la compañía destacan que el modelo productivo local, con foco en la economía circular y el aprovechamiento de recursos regionales, permite generar empleo, reducir huella de carbono y dinamizar sectores como el agro y la logística.

La consolidación de estos sistemas también abre interrogantes sobre cómo planificar el crecimiento urbano de manera más eficiente y sostenible. Desde cooperativas de vivienda hasta desarrolladores privados, el interés por estas tecnologías crece día a día.

En un país donde construir sigue siendo una forma de resguardo económico, hacerlo de manera más inteligente, eficiente y sustentable puede marcar la diferencia. La construcción alternativa ya no es el futuro: es parte del presente.

Más información en: https://www.agroplak.com/