A 25 años de la hazaña de Villa Mitre en Tandil: “Fue el gol de mi vida”, dijo el “Dani” Paz
El 31 de julio de 1999, el tricolor le ganaba 3-1 a Douglas Haig la final del Reducido del Argentino A y ascendía, por primera vez en su historia, al Nacional B. El delantero marcó el segundo y Rómulo Severini, su compañero en la concentración, contó como fue la noche anterior a ese trascendental encuentro.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Si caminás por la plaza Rivadavia y pasás por la esquina de Chiclana y Alsina, lo encontrás seguro. Si está abajo del auto esperando a que la radio tire un “viaje”, te “engancha” para hablar de fútbol, del de antes y del de ahora, como me suele suceder a mi cada vez que lo veo “copando” las charlas y las rondas de mates con colegas en la parada de taxis que, según me hicieron saber, es la que más fluidez de pasajeros registra.
Justo hoy estuve ahí, seguramente el destino interfirió para que nos crucemos en una fecha tan especial para él y todo Villa Mitre, el día en que se cumplen 25 años del primer ascenso de Villa Mitre al Nacional B, la segunda categoría del fútbol argentino que hoy llaman Primera Nacional.
Tenía una “chochera” bárbara el Dani Paz, temible puntero derecho surgido del club tricolor que aquel 31 de julio de 1999, en Tandil, marcó uno de los goles para el triunfo de la Villa, 3-1 ante Douglas Haig en la gran final por el Reducido del Argentino A.
Más allá de que después Villa Mitre consiguió un segundo ascenso a la divisional, el 28 de mayo de 2006 (con el famoso “Tucumanazo” frente a las narices de 25.000 hinchas de San Martín de Tucumán que tenían preparada una fiesta multipopular), la de hace un cuarto siglo atrás, por ser el primero, nunca dejará de reflejar la página más gloriosa en la historia futbolística de la entidad villamitrense.
Aquella tarde en el estadio General San Martín de la ciudad serrana, el cotejo no había arrancado bien para el conjunto bahiense. El 1-0 (a los 16 minutos de iniciado el pleito) de Lucas Pelanda para el rojinegro pergaminense hizo “temblar” a los dirigidos por Julio Román, en esa campaña en dupla con Osvaldo Azurmendi.
Sin embargo, Martín Carrillo empató a los 34, Néstor Daniel Paz lo dio vuelta a los 12 del complemento y Pablo Gilardi le puso la frutillita al postre a los 46. Increíble, el trico avanzaba hacia el fútbol promocional de la mano de tres hijos pródigos de la institución.
“Todavía hoy me acuerdo el gol con lujos de detalles. La acción surge por una pelota que le robó Martín (Carrillo), desde atrás, al `Flaco´ Lamadrid; el balón derivó en Jorge Ochoa, quien me dio un pase alto, la bajé para `Paco´ (Luis Sánchez), me la devolvió, pero esa entrega se fue un poco larga, sobre la raya de fondo, y al quedarme un ángulo cerrado, la única opción que tuve fue picarla por encima del arquero (Perassi). Salió redondita”, sentenció el “Dani”, taxista de ley e ídolo (sin temor a equivocarme) villamitrense.
“Fue el gol más importante de mi carrera, incluso más que el que le hice a Olimpo en la final del '93 (triunfo 1-0), en el Carminatti, cuando salimos campeones invictos de la Liga del Sur. El de Douglas sirvió para conseguir un anhelo postergado, algo que veníamos buscando con esa misma camada de jugadores, que era subir a la B Nacional”, indicó el ex wing, de 51 años, en una mañana sin el movimiento (claro, fin de mes) habitual de gente en pleno centro bahiense.
“No te puedo indicar cual fue mi mejor momento, o cuando sentí que estaba para más, pero en ese Argentino A del 99 hice una cantidad infernal de goles, quedando uno abajo de Carrillo, lo que no es poco decir”, rememoró el tetracampeón local con Villa Mitre (1991, 1992, 1993 y 1994).
“En los dos torneos de la B Nacional que jugué con Villa Mitre también estuve bien, más entrenado que nunca, y ahí pude haber logrado el pico máximo de mi nivel, por definirlo de alguna manera”, cerró el “Dani”.
Prohibido fumar
Rómulo Severini fue el compañero de habitación de Dani Paz en aquella concentración previa a la final con Douglas Haig.
Era la noche anterior al partido, el plantel había terminado de cenar y los jugadores tenían la obligación de ir a descansar. ¿Qué fue lo que pasó?
“Dani tenía la costumbre de fumar un cigarrillo antes de irse a dormir, pero le escondí el encendedor, en realidad se lo tiré por el inodoro”, contó el puntero --categoría 1976-- formado en Bella Vista.
“Había leído un artículo sobre el futbolista de alto rendimiento, que si no fumaba 24 horas antes de un partido su capacidad aeróbica podía llegar a multiplicar su performance en la cancha o en el tiempo que le lleve la actividad. Así que fui determinante: `no podés fumar´. En un momento se molestó bastante, pero al otro día tuvo su premio. Menos mal que salió bien, porque le estaba negando fumar a quien yo consideraba un ídolo”, resaltó Rómulo.
“Se levantó como cinco veces a la madrugada pidiéndome el encendedor, pero no, yo estaba firme y no hubo vuelta atrás. Me decía `charlemos, dale, de cama a cama´, pero no me pudo convencer”, admitió, al tiempo de calificarlo como “un delantero con unos cojones terribles, de visitante iba al frente como loco; no vi jamás un jugador con semejante vehemencia para defender los colores que tanto amaba”.
Y concluyó: “Dani fue importantísimo en aquella campaña, y en la actualidad lo sigo viendo como une leyenda viviente de Villa Mitre. Te digo más: hoy con la tecnología y las imágenes que llegan a todos lados, ese gol que hizo estaría dando vueltas al mundo”.
El 11 y más
Aquella tarde, la Villa formó con Carlos López; Emiliano Ramoscelli, Gustavo Coronel, Gabriel Langol, Mario “Pelusa” Martinez; Gabriel Wentland, Jorge Ochoa, Mauricio Luna; Martín Carrillo; Daniel Paz y Luis Sanchez. Luego ingresaron: Diego Minor por Coronel, Pablo Gilardi por “Paco” Sánchez y Rómulo Severini (a los 43 minutos de la etapa final) por Paz.
También fueron parte del plantel: Sandro Elmo Andreani, Hugo Alfredo Ayala, José Carlos Cárdenas, Lautaro Marcelo Cossia, Javier Sergio Galeano, Fernando Alberto Iglesia, Lucas Gonzalo López, Mario Daniel Ocampo, Víctor Walter Paz (hermano de Dani), Juan Fermín Ponte, Gastón Gabriel Salas, César Atilio Soutullo, Nicolás Javier Venticinque, Carlos Atilio Yulita y Víctor Isidro Zwenger.