Bahía Blanca | Domingo, 06 de julio

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Celebra la vida: los 100 años de la bahiense Rosa Musanti de Lotitto

La abuela Aba o Lela, como la llaman sus nietos festejó sus 10 décadas con un almuerzo sorpresa en familia. La luchadora nonna del barrio Napostá, a los 80 años, aún trepaba al techo para destapar las canaletas. A los 90 viajó a EE.UU.

 

Rosa Musanti de Lotitto, en su cálido hogar. Foto: Pablo Presti-La Nueva.

¿Será la copa de aperitivo que toma a la tardecita? ¿Será por su mucha vida al aire libre? ¿O simplemente el haber tenido la templanza, la determinación y la oportunidad de saber brindarse a una vida en familia en la que además logró integrar sus inquietudes personales y su espíritu sociable y aventurero?

La cuestión es que la abuela Aba, como le dicen algunos nietos, o Lela, como la llaman otros, acaba de cumplir los 100 años en buen estado de salud física y mental. 

Feliz, en su agasajo sorpresa.

No solo aún se moviliza por sus medios -aunque ahora sale poco de la casa porque se cuida del frío- sino que solo toma un medicamento para la hipertensión arterial. Posee gran lucidez y una memoria prodigiosa. 

El pasado sábado su familia organizó un almuerzo íntimo para agasajarla y sopló las velitas de una gran torta rodeada de sus hijos, nietos y bisnietos, entre otros queridos invitados.

Con los nietos: Mauro, Lola, Pamela , Gonzalo, Federico.

Rosa Musanti de Lotitto nació en Bahía Blanca el 8 de junio de 1924.

Sus afectos más cercanos la definen como una mujer que se consagró a la crianza de sus hijos, luchadora y emprendedora, que de grande se dedicó a viajar y conocer al mundo y las distintas culturas.

Hija de Juan Musanti y Martina, quienes tuvieron siete hijos, tiene buenos recuerdos y ejemplos de sus ancestros y tuvo una linda infancia, al menos hasta que una inundación muy grande derivó en una crisis económica que afectó su estándar de vida.

Junto a su nieta Pamela Laplace y su hija Graciela.

Tiene tres hijos, cinco nietos y seis bisnietos.

Estudió en la Alianza Francesa y en el Colegio Alemán de Bahía Blanca y, en 1945, se casó con Alfonso Gonzalo Lotitto, con quien se conocían desde niños. Tuvieron un largo matrimonio hasta que quedó viuda en 1990.

Su nieta Pamela Laplace contó a La Nueva. que la abuela Aba hace partícipes de sus experiencias y vivencias a todos los miembros de la familia con una claridad increíble y que su mejor pasatiempo siempre fue viajar.

Con sus esposo Alfonso Gonzalo Lotitto.

También comentó que su mayor legado es transmitir valores como la honradez, disciplina y determinación para forjar un futuro y tener una mejor calidad de vida.

Además, de ella absorbió muchos conocimientos relacionados con el mundo de la moda y la costura.

Con sus hijos: Alicia (izq.), Graciela, guillermo

"Desde chica compartí muchos momentos junto a ella. Cuando yo tenía alrededor de 4 años me ponía a ordenarle los hilos y los botones así ella me empezó a inculcar la costura", compartió.

"Cuando cosía la miraba y así me empezó a enseñar. Siempre me preguntaba si me gustaba y yo le decía que quería hacer lo que ella hacía. Todavía me da algunos tips aunque por su edad ya no cose ", narró.

¿El momento más duro para Aba? El fallecimiento de su esposo Alfonso “Lelo”. Su mayor felicidad: ver a sus hijos "realizados".

Su nieto Gonzalo Laplace, médico pediatra que vive con su esposa e hijas en Benito Juárez, y viajó a Bahía especialmente para la celebración de los 100 de Aba, comentó que la nonna está impecable y que siempre tuvo dos hobbys: la jardinería y la costura.

"Obviamente, por la edad no tiene tanta visión y escucha menos pero está muy lúcida. Cuando quedó viuda se dedicó a viajar con amigas por todos lados y fue dos veces a Europa", agregó.

Los bisnietos: Emilia (izq.), Priscila , Vera, Delfina, Sofia y Tobías.

"Siempre fue super activa. Hasta los 80 años se trepaba al techo para limpiar las canaletas. Mi mamá, o sea su hija, le decía '¡Vieja, bajá de ahí que te vas a matar!", comentó entre risas.

La nonna Rosa, quien vive en el barrio Napostá, aprecia la formación cultural y su cantante favorito es Charles Aznavour.

Rodeada de los amores que supo cuidar tuvo una bonita fiesta en la que entre mimos y anécdotas cosechó la siembra de tantos años de sabia entrega.