Turienzo cerró una dura pretemporada y navegará con París en el horizonte

Mauro Gustavo Giovannini

mgiovannini@lanueva.com

Nació en Bahía Blanca el 11 de febrero de 1986. Periodista. Trabajó durante una década en Gente de Básquet e integró el departamento de prensa de varios clubes. En La Nueva desde 2013. Asistió a los Juegos Olímpicos de Río 2016, a los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, a los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022, a los Juegos Suramericanos Asunción 2022 y a los Juegos Panamericanos Santiago 2023, entre otros.

El 15 de diciembre terminó la temporada 2023, regresó a nuestro país desde Búzios (Brasil), sede del 52º Mundial Juvenil de Vela donde fue subcampeona, descansó unos días y se dedicó full time a la preparación física y mental para un año cargado de desafíos.

Así, con esa mezcla de adrenalina y frescura, al tener apenas 17 años (cumplirá 18 el 29 de mayo), Catalina Turienzo encaró como una verdadera profesional una pretemporada soñada en Monte Hermoso, su lugar.

“Este año es diferente, cambié la dinámica de entrenamientos. Me dediqué enero y febrero a hacer una preparación física intensa”, remarcó.

“Incorporé el yoga, está muy bueno. En mi deporte voy muy encorvada, la posición del cuerpo en navegación es muy para adelante. Así que me ayuda a corregir las posturas, a ganar fuerza en las articulaciones, a prevenir lesiones; y también me ayuda para entrenar la mente”, mencionó.

Así, la Colo, representante nacional en fórmula kite, acordó con su entrenador Federico Aguilar hacer hasta triple turno de entrenamientos, al tiempo que junto a su psicóloga y su nutricionista se alista para de a poco salir al agua a navegar.

“Hicimos algunos bloques de entrenamiento de navegación con ayuda del Yate Club de Monte Hermoso, estuvo buenísimo. Y recién arranco a competir a mediados de mes, en España”, le dijo Turienzo a La Nueva.

La primera competencia del año que tendrá a los Juegos Olímpicos de París como gran objetivo será el Campeonato Europeo, del 16 al 24 del corriente, en Los Alcázares. A fin de mes dará inicio el 53° Trofeo Princesa Sofía, en Palma de Mallorca y, ya en abril, estará la denominada Semana Olímpica de Hyeres, Francia.

Este último será trascendental para muchas competidoras que buscarán las cinco plazas olímpicas vacantes que quedan por lo que Cata, ya clasificada por ser medalla de plata en los últimos Juegos Panamericanos, mirará con atención.

Hasta el momento son 15 los países confirmados: 14 y Argentina, sobre un total de 20 que le darán vida a los Juegos en las playas de Marsella.

Desde el último Mundial clasificaron Eleanor Aldridge (Gran Bretaña, actual 3° en el ranking), Daniela Moroz (Estados Unidos, 4°), Annelous Lammerts (Países Bajos, 7°), Jing Yue Chen (China, 10°), Breiana Whitehead (Australia, 16°), Maya Ashkenazi (Israel, 14°), Leonie Meyer (Alemania, 9°) y Maggie Eillen Pescetto (Italia, 12°).

En tanto, desde los clasificatorios continentales accedieron ya, además de Catalina, Gisela Pulido (España, 8°), Emily Claire Bugeja (Canadá, 48°), Justina Kitchen (Nueva Zelanda, 28°), Julie Paturau (Mauricio, 61°) y Fawn Benjapa (Tailandia, sin ranking).

Un cupo está asegurado para Francia, por ser sede. La atleta elegida saldrá de Poema Newland (1° del mundo) o Lauriane Nolot (2°). En tanto, la bahiense ocupa el puesto 32° del escalafón, siendo además la segunda mejor en América.

“Este año trataré de competir lo más posible, de estar mucho tiempo en el agua. Asemejar los entrenamientos lo más posible a las regatas oficiales. Aunque todavía no sé bien cómo va a ser el itinerario de competencias, porque dependo de los recursos, tengo claro que la idea siempre es estar la mayor cantidad de tiempo entrenando y compitiendo”, argumentó.

Naturalmente, al margen de su profesionalismo, entusiasmo, dedicación y esfuerzo, para competir al mayor nivel internacional se necesita apoyo. Y mal que nos pese, los sucesivos logros, la medalla panamericana y la clasificación olímpica no se vieron reflejados ―hasta el momento― en recursos económicos.
“Viene todo muy tranquilo y sumé seguidores en mis redes, que es importante para captar el apoyo de las marcas, pero no he conseguido sponsors más allá de la que me da los trajes de neoprene. Sigo en la búsqueda”, se lamentó la bahiense.

“Todo lo que se usa es importado. Tenemos apoyo del Enard, del Comité Olímpico Argentino y de la Federación Argentina de Yachting, pero es un montón lo que necesito”, aclaró.

Por ejemplo, un hydrofoil sirve para un año de competencia y luego debe renovarse. Los kite (velas) pueden usarse unos seis meses. “Siempre se necesitan kites, tablas, arneses, cascos, chalecos, barras, líneas… además de las inscripciones a los campeonatos, los vuelos, los alojamientos; todo suma”, dijo Cata.

En ese sentido, contó que las velas que usó en Santiago 2023, los últimos JJPP, las va a usar en el Europeo y quizá en Mallorca, pero no mucho más. 

La atleta también mencionó que en cuanto a sus rivales, los kites que usan todas son los mismos: misma marca, mismos tamaños. En las tablas hay variación de marcas, pero no incide mucho en la competencia; sí incide el hydrofoil.

“Ellas cambian los kites muchas más veces que yo o por ejemplo los entrenamientos deberían ser con un gomón de apoyo por seguridad, algo que es muy necesario”, remarcó.

Las diferencias con sus rivales, sobre todos norteamericanas o europeas, son notables. Algo que por estas latitudes ya estamos acostumbrados a escuchar. 

“Es todo muy a pulmón. A veces dormimos en campings y comemos lo más barato de los supermercados para poder aprovechar el dinero en inscripciones y materiales, que son la prioridad”, resumió.

De las ya clasificadas a París, para tener un parámetro, todas manejan otros números. Tienen otra estructura. “También tiene su magia que cueste y nos la estamos arreglando bastante bien ja, ja, ja”, replicó Turienzo.

Pese a que la temporada no está totalmente diagramada para la representante local, sí tiene previsto viajar a Marsella a conocer la cancha de regata donde se desarrollarán los Juegos, del 4 al 8 de agosto.

“Nunca navegué en Marsella, aunque tengo miles de referencias y datos que me han llegado. El año pasado se hizo el Test Event ahí y estaba clasificada, pero no pude ir”, resaltó.

Está claro que Cata navega en el agua y también contra muchos otros obstáculos. También está claro que va por buen camino y que este año, más que nunca, el objetivo deportivo está marcado con resaltador en su calendario.