Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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La Iglesia Catedral: otro edificio patrimonial en preocupante estado

En los últimos días se procedió al retiro de cerca de 30 molduras en evidente riesgo de desprendimiento e inminente caída. 

Fotos: Samanta Marco-LNP
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Audionota: Marina López

El frente de la iglesia Catedral, en Sarmiento 72, viene manifestando hace tiempo un preocupante estado en su terminación y en parte de su estructura, al punto que durante las últimas semanas se colocaron cintas en la vereda a fin de impedir el paso de peatones.

Con ello se buscó evitar que el desprendimiento de revoques o molduras pudiera generarles algún daño.

La semana última esta situación quedó claramente evidenciada cuando se intervino en la torre que contiene el reloj, con el propósito de retirar algunas partes flojas del revoque para evitar su caída. Para eso se contó con la colaboración del cuerpo provincial de bomberos, que aportaron una grúa para lograr acceder hasta la parte superior de la misma.

Aprovechando esa posibilidad, se decidió “echar una mirada” a todo el frente, y fue ahí que se verificó el mal estado de varios de sus componentes ornamentales, debiéndose proceder al retiro de cerca de 30 molduras en evidente riesgo de desprendimiento e inminente caída.

“Al recorrer la fachada pudimos detectar situaciones que a simple vista no se advierten. Así fuimos decidiendo el retiro de elementos que consideramos en peligro de desligarse”, señaló el ingeniero Mauricio Aprile, encargado de dirigir y supervisar la tarea.

Por otra parte se verificó el estado de la mampostería en las torres, ya que hace unos meses se detectaron fisuras que incluso llevaron a desactivar las dos campanas que marcan los cuatros, las medias y las horas del reloj, a fin de evitar que sus vibraciones agraven esa situación.

Si bien había alguna expectativa de poder ponerlas en funcionamiento, la realidad es que se encontró que algunas de esas fisuras del interior de la torre ya son visibles en el exterior, con lo cual se decidió tomar nuevas medidas.

“Por un lado, decidimos que las campanas sigan sin funcionar. Por otro, colocamos unos testigos de yeso y vidrio para evaluar día a día si las fisuras se siguen agrandando y a partir de eso establecer una intervención”, agregó Aprile.

Molduras retiradas, a punto de caer

Respecto a la torre que contiene al juego de campanas, Aprile señaló que estaba en buen estado y que eventualmente esas campanas pueden ser utilizadas.

“Se han hecho arreglos en su momento para que no hubiese riesgo”, aseguró. 

Consultado sobre una intervención integral para la puesta en valor del edificio, el profesional señaló que el mismo debe estar en consonancia con la calidad patrimonial del bien y que se además se necesitaría el aporte del estado nacional y provincial, además de la colaboración de los feligreses.

“La idea es encontrar recursos para que el templo llegue en buenas condiciones a 2028, año del bicentenario. Tenemos cuatro años por delante para gestionar y completar la obra”, mencionó.

Algunas de las piezas retiradas

La realidad

Más allá de que la intervención de los últimos días –con el retiro de molduras y partes flojas— permitió retirar la cinta de precaución de la vereda, lo cierto es que la fachada de la Catedral sigue siendo un elemento de riesgo, cada vez más expuestas sus partes al desgaste y a la acción del clima. 

Se suma así el edificio al mal estado de la Escuela Nº 2 –Vieytes 51— que lleva cinco años rodeada por un cerco preventivo; a la sede de la Aduana --avenida Colón y Estomba--, completamente oculta detrás de un andamiaje; los accesos al Correo, en calle Moreno 34, con pantallas protectoras; el ex Centro de Compras de avenida Colón y Brown, rodeado de un cerco, y el ex edificio del Banco Provincia, en Alsina 41, ocupado por dependencias municipales, licitada la colocación de pantallas.

Con vallados provisorios ha estado el club Argentino, de avenida Colón y Vicente López, y es preocupante el estado del ex banco Hipotecario en la misma esquina, que lleva diez años desocupado y sin un adecuado mantenimiento.

Un poco de historia

La iglesia Catedral comenzó su historia edilicia en 1834, cuando Bahía Blanca era un fuerte de frontera de apenas seis años de existencia. Su creación fue decidida por Juan Manuel de Rosas, Comandante de Fronteras, y el primer edificio fue una modesta construcción de paredes de adobe y techo de paja, dedicado a la Virgen de las Mercedes, Redentora de los Cautivos Cristianos. 

A fines de 1850 el médico Sixto Laspiur impulsó la construcción de un nuevo templo, más amplio y moderno, el cual fue diseñado por Felipe Caronti. 

La reforma de las jurisdicciones eclesiásticas de fines del siglo XIX propició la creación de la diócesis de Bahía Blanca y en 1900 se decidió construir un templo de mayor jerarquía.

Se encomendó el proyecto al arquitecto Luis Petroni, quien diseñó una fachada neoclásica, con dos torres laterales y un cuerpo central en dos niveles, coronado por un frontis.

Con el tiempo se sumaron las naves laterales y en 1930, diseño del estudio Cabré-Mayer, se completó el frente hasta entonces sin revocar.

El reloj de la torre fue colocado en 1904, se compró a la firma Paul Garnier de París, y el juego de cinco campanas, fabricadas por la familia Chiappani de Trento, Italia, en 1908.