Mirador herido
Un edificio cargado de historia con un diseño que se destaca en la calle.
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Es periodista, ingeniero civil y docente de la Universidad Nacional del Sud en materias relacionadas con el Patrimonio arquitectónico y el planeamiento urbano. Ha publicado notas en revistas Vivienda, Todo es Historia, Obras & Protagonistas y Summa +. Participa en varios micros radiales referidos a la historia de Bahía Blanca. En dos ocasiones recibió primera mención por parte de ADEPA en el rubro Cultura e Historia.
Posiblemente como consecuencia del temporal del pasado 16 de diciembre, ha resultado dañada la torre mirador del edificio ubicado en avenida Parchappe al 800, a la altura de la estación de Trenes del Ferrocarril del Sud. Parte de su pared lateral ha caído, un daño menor si se quiere pero importante para tan particular componente edilicio.
El inmueble mantiene grabado en su frente el nombre del establecimiento maderero Wojszo que lo ocupó desde fines de 1958 hasta su cierre. Pero el constructor y ocupante original del lugar fue Bartolomé Tellarini, que abrió en el lugar su barraca de lanas, cueros, frutos y cereales en 1886. El proyecto edilicio le dio su nombre al comercio, “Barraca del Mirador”.
El lugar era ideal para ese tipo de operaciones y la barraca contaba con dos desvíos ferroviarios que facilitaban las tareas de carga y descarga de los vagones ferroviarios.
Tellarini fue uno de los grandes hacedores de la ciudad, con una intensa vida social y política. Fue además —junto a Jorge Moore, Juan Canata y Federico Mux— uno de los creadores de la Sociedad de villas y terrenos que loteó en 1906 las tierras que dieron lugar al nacimiento de la popular barriada de Villa Mitre.
El mirador en una atractiva pieza con aires del Renacimiento italiano, con sus arcos de medio punto y sus pilastras apareadas. Un lugar que además permitía tener una visual completamente despejada, tanto del centro de la ciudad como de la zona portuaria. Cuando el lugar fue ocupado por la firma Wojszco, sus propietarios establecieron en el lugar un bar americano para uso de sus empleados.
Hace años que las persianas del lugar se mantienen cerradas. Es de presumir que se trata de un local sin uso ni destino. Sin embargo es una pieza emblemática de la avenida, un elemento que se sigue destacando en el paisaje del lugar.