Caso Lucarelli: las dudas llevaron a la jueza a la absolución
Se conocieron los fundamentos del veredicto dictado hace unos días en favor del exdocente y de Cristian Glebocki, acusados del abuso de un niño.
La jueza Claudia Fortunatti dio a conocer hoy los fundamentos del veredicto absolutorio que difundió el pasado lunes en favor del exdocente Enrique Abel Lucarelli y Cristian Ariel Glebocki, quienes llegaron a juicio acusados de abusar sexualmente de un menor y promover su corrupción.
En un fallo de 120 fojas, la integrante del Tribunal en lo Criminal N° 2 concluyó que "del relato del niño no puede obtenerse la certeza que se requiere para un veredicto condenatorio".
"No desconozco que los niños cuentan cuando pueden y como pueden, tal como lo señalaran no solo los acusadores, sino también las docentes y las psicólogas tratantes, y que no se puede esperar un relato pormenorizado de los hechos que ha enfrentado, pero no menos cierto es que el relato del niño no alcanza los estándares que establece el Tribunal de Casación”, sostuvo.
"El relato de V no reúne – a mi criterio – los requisitos que el Tribunal de Casación Penal provincial reclama a la hora de valorar la declaración de la víctima en casos de delitos contra la integridad sexual, esto es ausencia de incredibilidad subjetiva, verosimilitud por corroboración a través de elementos periféricos y persistencia en la incriminación", agregó.
En este punto, no dejó pasar por alto que de la prueba reunida surgió la existencia de situaciones de abuso previo en perjuicio de la madre y de las que el chico tomó conocimiento.
"Más allá de que hayan tratado de mantenerlo alejado de estos acontecimientos, evidentemente influyeron en el mismo", dijo.
También aludió a la sintomatología que el menor presentó desde el inicio de su escolarización (las docentes dieron sobradas cuentas en el debate), "pero ello entiendo no puede ser atribuido (con la certeza que requiere un fallo condenatorio) a las conductas que le atribuyen en este proceso Lucarelli y a Glebocki".
Discurso variado en el tiempo
Consideró Fortunatti, a diferencia de la acusación, que el relato del niño no se sostuvo en el tiempo.
"Fue variando a través de los años, incorporando nuevos actores y conductas abusivas, lo único que sostuvo en el tiempo fue la incriminación de su abuelo (ya condenado en juicio previo) desde que hiciera referencia a la existencia de un secreto".
“Todo lo anterior denota la inexistencia de dos de los requisitos reclamados al momento de valorar los testimonios en situaciones de delitos contra la integridad sexual; esto es, persistencia en la incriminación y verosimilitud por corroboración a través de elementos periféricos. Las declaraciones escuchadas no son concordantes con lo que el niño relata”, sentenció la jueza.
De todas maneras, aclaró que la duda que le genera la situación no implica afirmar que estamos en presencia de una falsa denuncia, tal como dijeron los defensores de Lucarelli.
“Nada tiene que ver con la realidad concreta de V, las discusiones mantenidas durante el debate, sobre la implantación de memoria, la co-construcción de recuerdos o la realidad inoculada, la validez o no de la psicología del testimonio como línea de investigación para analizar, demostrar y establecer la fiabilidad y validez del testimonio de los menores abusados; la efectividad de los test proyectivos contra los test psicométricos, las organizaciones pro-abuso y las de denuncias falsa. Son solo las posiciones de las partes”.
Ya se supo que al menos la fiscalía, a través del doctor Diego Torres, apelará la resolución ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
El acusador había reclamado en los alegatos penas de 10 y 15 años de prisión para Lucarelli y Glebocki, respectivamente.