Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

Bahía Blanca | Domingo, 19 de mayo

¿Afecta realmente la desregulación de las obras sociales a los gremios?

La CGT analiza el decreto del Gobierno. Javier Milei pretende que el convenio con empresas privadas o públicas quede sujeto a lo que acuerden las partes.

Durante toda la semana se consideró la medida como una nueva "revancha" contra la CGT. Sin embargo, y con el correr de las horas, la decisión anunciada por el gobierno nacional de desregular las obras sociales parece complicar más a las empresas de medicina prepaga que a las obras sociales sindicales. 

Una pista la dio el secretario de Acción Social de la central obrera, José Luis Lingeri, que advirtió que lo anunciado por Adorni llevará a las prepagas a tener que cumplir con las obligaciones que exige la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), como garantizar a sus afiliados el Programa Médico Obligatoria (PMO), y además "tendrá que aportar el 20 por ciento al Fondo Solidario de Redistribución (FSR)” que lo hacen las obras sociales sindicales. 

Es por eso que en el mundo gremial, la medida fue tomada como algo que complica más a las privadas que a las sindicales.

Aunque los sindicalistas señalaron que el decreto es “una venganza del actual presidente”, señalan que esto en realidad termine siendo un tiro por la culata ya que las prepagas dejaron trascender que ante estos anuncios visualizan dos alternativas: nuevos aumentos en las cuotas o recurrir a la justicia para frenar estos cambios que se dicen inminentes.

"Durante décadas esto no pudo ser así ya que muchos estaban obligados a mantener la obra social que les obligaba a tener la actividad o el sindicato al que pertenecían, así que esto les va a dar mucha más libertad", señaló Adorni en conferencia de prensa.

Lingeri, titular del gremio de los trabajadores de Obras Sanitarias, afirmó —en diferentes entrevistas radiales— que este proceso que ahora el funcionario libertario destaca como inédito, en rigor comenzó en los años 90.

Es más, señaló que lo que en realidad dijo Adorni es el fin de la obligación para todo trabajador que recién se inicia de estar un año en la obra social del gremio que le corresponde por la actividad laboral.

En este contexto, Lingeri dio algunos datos a tener en cuenta con respecto a la novedad que piensa aplicar la Casa Rosada. Sostiene que al igualar ahora la prestación de una privada con una obra social gremial, las prepagas deberán "aportar el 20 por ciento al Fondo Solidario de Redistribución (FSR)". 

Se trata de un fondo que alimentan las obras sociales y que en su mayor cantidad está destinado a solventar los servicios brindados a afiliados discapacitados.

De este modo, según Lingeri, las prepagas "van a tener que cubrir prestaciones de alto precio, la discapacidad, medicamentos, HIV, oncológico, trasplante, diabetes, una serie de patologías".

Hay un dato más que los dirigentes sindicales advirtieron sobre la tan meneada desregulación. Advierten que para cumplir con el PMO, las obras sociales se nutren del 9 por ciento de lo que aporta cada trabajador. 

Ahora bien, en el caso un salario que en este contexto se podría llegar a considerar alto, unos 700 mil pesos, el aporte no llega a los 70 mil pesos.

"No hay prepaga que te cubra el PMO por ese monto", señaló.

En cuanto al universo que incluye la cobertura de salud tanto de obras sociales sindicales como prepagas, Lingeri destacó que de los 15 millones de trabajadores con cobertura en salud, "las obras sociales tienen siete millones, el PAMI cubre cinco millones y medio, las prepaga otros cinco millones, pero de esos cinco millones casi el 85 por ciento proviene de las obras sociales, o sea que la prepaga en sí debe tener alrededor de 2 millones de afiliados. Ahora, lo que se rompe con este esquema es la triangulación, que también es un tema que la CGT lo ha planteado continuamente”.

Es más, esta ruptura del esquema de triangulación recogió más de un apoyo entre los dirigentes gremiales porque ahora la prepaga tendrá que recibir todo tipo de aportante y no solo aquellos más jóvenes y sin patologías preexistentes.

"Ahora hay que ver si las prepagas aceptan incorporarse al régimen de competencia con las obras sociales", indicó Lingeri para luego destacar que "el problema de fondo es el desfinanciamiento total de todo el sistema de salud, no solamente en las obras sociales, también el hospital público, en las obras sociales provinciales, en el IOMA, PAMI. O sea, es la sábana corta".

¿Se rompe el sistema solidario?

Por su parte, el secretario gremial de la CTA Autónoma, Rubén Ruiz, alertó que el sistema actual hace desaparecer ciertas equivalencias entre los afiliados.

Según su mirada, "las prepagas incentivarán la búsqueda de trabajadores de mayores ingresos en detrimento del resto del universo".

Sin embargo, remarcó que "se transparenta algo que viene ocurriendo" porque "muchas obras sociales tienen una prepaga atrás y muchas empresas pagan un adicional para cubrir los gastos de salud que se incrementan exponencialmente".

"Creo que el sistema se desbalanceará aún más sin topes para el cobro mensual de la prestación. No es un tema fácil porque el actual sistema tiene muchas fallas pero se las arregla para atender a 14 millones de trabajadores/as con cierto grado de equivalencias mínimas", expresó Ruiz.

Además, en esta discusión "no se incorpora a los hospitales nacionales, provinciales y municipales que son agentes del sistema en situaciones críticas y cumplen un papel olvidado dentro del sistema".

En esa línea también fue el titular del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), Rubén Sajem.

“Si se desfinancia las obras sociales de forma tal que las empresas de medicina prepaga puedan elegir a quienes van a aceptar como afiliados, quedará la gente de menos recursos y mas necesidad de atención en obras sociales".

De esta forma, la obra social "tendrá menos recursos y podrá brindar menos cobertura", y  "atenderá preferentemente a quienes puedan pagar", lo cual "rompe el sistema solidario".