Bahía Blanca | Lunes, 29 de abril

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Movilizaciones y caravanas en Bahía, quién da más

Días atrás Patricia Bullrich y Javier Milei convocaron a los bahienses en lugares abiertos. Qué surge de la comparación. Algunos antecedentes importantes.

Convocatorias de Raúl Alfonsín, Javier Milei y Patricia Bullrich.

Respiraron aliviados los comandos de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria al ver las fotos aéreas, tomadas desde edificios cercanos, de la última caravana de Javier Milei en Bahía Blanca. A diferencia de lo que muchos esperaban, no asistió una multitud para recibir al líder libertario, más allá de que tampoco se trató de una cantidad de gente para despreciar.

En el caso de Juntos, temían una comparación demasiado desfavorable respecto de la convocatoria de Patricia Bullrich cinco días antes en Zelarrayán y Cuyo, donde movilizaron a dirigentes y militantes pero hubo poco de adherentes espontáneos. No es un secreto que la exministra quedó descolocada tras la performance mileísta en las PASO y que le está costando volver a conectar con ese sector disconforme con el gobierno, pero también desanimado por los fracasos gubernamentales previos.

La imagen del último paso del economista por Bahía no tuvo una total contundencia. Si la hubiera tenido, muchos habrían pensado que las cosas en la ciudad, pese al escenario de tercios que dejaron las PASO, ya eran un virtual game over en favor de La Libertad Avanza. No fue así.

Imagen aérea de la última visita de Milei.

De todos modos, por una cuestión de números y de fervor, se podría decir que igualmente Milei ganó la "batalla callejera" de estos días. Eso sí, lo hizo por puntos, de ningún modo por nocaut. De hecho, se debería agregar que perdió contra sí mismo. La movilización del 30 de julio que lo tuvo como protagonista en la zona del Paseo de la Mujer no solo fue más concurrida sino que, sobre todo, resultó mucho más eufórica. 

Aquella tarde se vivió un hecho inédito para la ciudad: el sonoro clamor por un candidato político sin la menor estructura partidaria. El miércoles pasado, con el resultado de las primarias puesto, se esperaba de mínima una manifestación similar. Fue intensa, pero menos.

Hay distintos planos de análisis. Desde LLA pedían que las comparaciones sean equivalentes. Cotejar a Milei mostrándose en el centro un día de semana versus la última visita de Bullrich a la peatonal Drago; y, luego, a ambos en la zona de parques un fin de semana. O que se difundan fotos aéreas de las cuatro manifestaciones. Un tema de enfoques.

En definitiva, si se quiere, se trata de una discusión secundaria, de esas que surgen para llenar los vacíos de una campaña interminable, culpa de un sistema electoral argentino "originalísimo" que desde 2011 prevé dos llamados a las urnas, en agosto y octubre, y eventualmente un tercero en noviembre si hay ballottage.

En tiempos donde la sociedad está harta de la política, ver las caras de los candidatos y escucharlos decir lo mismo durante tantos meses es agotador. Sin embargo, en ninguna plataforma figura eliminar las primarias obligatorias para dejar solo las generales y el potencial ballottage, como en casi todo el mundo. Evidentemente, a la "casta" le rinde tanto tiempo de rosca.

Volviendo al pulso de la calle, hay un dato indiscutible. En la actualidad, por afecto o por desprecio, Milei es quien más pasiones genera, lo cual se vio potenciado por su triunfo nacional en agosto, que lo convirtió en favorito para llegar a la presidencia. Su estilo confrontativo con los rivales y los medios de prensa genera identificaciones masivas.

Por el lado del peronismo, la fuerza con más expertise en actos multitudinarios, hoy es impensable un gran acto en Bahía con centenares de adhesiones espontáneas, teniendo en cuenta el rechazo de buena parte de la población hacia el oficialismo nacional y provincial. En la campaña de 2019 sí hubo un par de convocatorias importantes, con Axel Kicillof en el Club Independiente de calle Italia y otro de Alberto Fernández en el estadio de básquet del Club Olimpo. En ambas ocasiones quedó gente afuera. 

Eran días mejores para el entonces Frente de Todos. Aunque también es cierto que el PJ tiene más aceitado que cualquier otro partido el mecanismo de movilizar gente, tenga ganas o no de ser movilizada.

Alberto Fernández, en Olimpo en 2019.

Macri en 2019, marcha del "Sí, se puede".

Ese año, luego del cachetazo de agosto en las urnas, Mauricio Macri y María Eugenia Vidal realizaron en nuestra ciudad una de sus tantas marchas del "Sí se puede", intentando dar vuelta la elección nacional. El 4 de octubre, en la Plaza Rivadavia, lograron convocar a cientos de personas, como nunca habían reunido en Bahía. Tampoco volverían a hacerlo.

Para los memoriosos, de todas formas, las manifestaciones más importantes en la era de la democracia moderna se dieron en 1983 con la campaña de Raúl Alfonsín. La primera fue el 22 de junio en el Club Estudiantes, en el marco de la interna radical contra Fernando de la Rúa. Esa noche, según calculó este diario, había 6 mil personas. 

Luego el 10 de septiembre, ya como flamante candidato por haber ganado la interna, el futuro presidente congregó a más de 8 mil almas en la esquina de Drago y O'Higgins. Hasta ahora nadie igualó esas cifras, a las cuales además hay que agregarles contexto: todavía la dueña de la calle era la dictadura.

Alfonsín, en el Club Estudiantes.

Alfonsín, con una multitud en Drago y O'Higgins.

Bahía tiene fama de ciudad difícil, al punto de que un mito popular sostiene que "hasta el Papa fracasó" en su visita de abril de 1987. En realidad, un repaso por los diarios de la época demuestra que se trató de una extensa gira de Juan Pablo II por diferentes provincias argentinas y que, en relación a su población, la misa en Bahía congregó a muchos más fieles que en otras localidades. En contexto, no fue un fracaso, para nada.

Pero esos son capítulos de la Historia. En el presente, y bajo la lupa política, lo concreto es que Milei eligió al eje Bahía-Punta Alta para uno de sus primeros desembarcos post PASO. Esta columna explicó hace dos semanas que son dos intendencias que La Libertad Avanza está en condiciones de disputar y podrían ser, en un eventual gobierno de Milei, sus principales bastiones en términos de ejecutivos conquistados en este 2023. 

A propósito, en la vecina ciudad, de acuerdo con los cronistas, sí se vivió el fervor mileísta que en Bahía esta vez no abundó. Incluso la mayoría de los asistentes dijo no haber visto nunca una movilización así en suelo rosaleño. Unos días antes, allí también había estado Bullrich.

Recibimiento a Milei en Punta Alta.

Finalmente, dos párrafos sobre el progreso general de la campaña en Bahía. Sin dudas, se encuentra en una meseta tanto en forma como en fondo. Lo cual es lógico: después de tantos meses de bombardeo proselitista existe una gran dificultad para cualquier candidato no solo de seducir a los votantes indecisos sino siquiera de capturar mínimamente su atención. 

El viernes de la semana próxima se producirá el primer debate de candidatos a jefe comunal, organizado por la UNS y la UTN. Tal vez sirva para sacudir la modorra.