La nueva línea de ómnibus
Sumar nuevas líneas y adecuar recorridos es parte del trabajo que exige una ciudad que crece en extensión.
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Bahía Blanca acaba de sumar una nueva línea de ómnibus (521) operada por Bahía Transporte Sapem, para atender la demanda de un sector de la ciudad que ha crecido y que no dispone del servicio de transporte urbano.
La línea comienza su recorrido en Brown e Ingeniero Luiggi con dos ramales, uno pasando por el centro, tomando la avenida Alem y luego La Carrindanga, y otro similar pero en lugar de La Carrindanga toma la ruta 33.
El servicio atiende a los barrios Universitario, Villa Floresta, Los Muñecos, El Maitén, La Cañada, La Reserva, Solares Norte, Conicet, Santa Margarita, Cenci, Los Olivos, Paihuén, Procrear, Parque Norte, Bosque Alto y Villa del Parque.
Esta decisión del municipio es parte de la respuesta que el transporte público necesita dar a una ciudad que en las últimas décadas ha experimentado un enorme crecimiento en extensión, con la aparición de decenas de nuevos barrios en la periferia.
Un crecimiento que ha tenido una gran cuota de anarquía, con falta de planificación en cuanto a su infraestructura, con lo cual el estado --municipal, provincial o nacional--, debe ahora atender ahora necesidades en muchos casos de alto costo y complejidad y en otros inviables.
Hoy Bahía Blanca tiene un esquema de recorridos pensado en la década del 70 y que, con no demasiadas variantes, se mantiene. Sin dudas se deberán seguir adecuando las rutas existentes y sumar recorridos para unir barrios y destinos.
Un ejemplo es llegar con más líneas el campus de la UNS en Altos del Palihue, donde concurre una población estimada de 20 mil estudiantes.
Cuando se asegura que Bahía Blanca tiene el boleto más caro del país, hay que asumir que eso es consecuencia de un crecimiento poco armónico y discontinuo que obliga a las empresas recorrer más kilómetros sin que aumente la cantidad de pasajeros transportados.