Un niño bahiense inventó un secuestro en Mar del Plata y movilizó a toda la policía local

Claudio Rodríguez Kiser

crodriguez@lanueva.com

Un niño bahiense que se encontraba en Mar del Plata junto a una delegación de fútbol del Club Villa Mitre, provocó una importante movilización de efectivos de esa ciudad balnearia luego de inventar un secuestro en la medianoche del último sábado.

La Nueva. accedió al acta de procedimiento que inició la Policía de Mar del Plata, donde se corroboró que el menor de 10 años había ingresado a un café céntrico alrededor de la medianoche y les había dicho a quienes estaban allí que había logrado escapar de su captor: “Me tenían secuestrado en una casa abandonada”, había señalado. Sin embargo, tras la actuación de la Policía y la fiscalía de turno se descubrió la mentira.

El niño se estaba hospedando en el hotel de calle Moreno al 2.300 junto a un contingente del Tricolor, que había viajado a disputar un certamen.

“El chico se escapó a la noche y, aparentemente, en medio de un berrinche porque su familia no lo había llamado, se le ocurrió decir esto”, señalaron fuentes del caso.

Todo comenzó luego de que el menor se presentara cerca de las 23.30 en un café céntrico ubicado en calle Belgrano al 2.300: “Entró y dijo que estaba secuestrado, y que hacía ocho días que un hombre lo había levantado con un camión y lo llevó a Mar del Plata, donde lo tuvo una semana sometido”, detallaron en la denuncia.

Y continúo: “Dijo que lo tenían en una casa abandonada en pleno centro y que había logrado escapar en un descuido”.

Los padres del menor viajaron hacia Mar del Plata e intervino Dirección de la Niñez y Juventud del distrito, quienes se entrevistaron con los papás del chico que inventó la historia y puso en alerta a la Policía Bonaerense y también al fiscal Leandro Arévalo. También intervino la comisaría Sexta de Bahía Blanca, donde tiene jurisdicción el domicilio del menor. 

El niño se encontraba en buen estado de salud, no poseía lesiones visibles ni tenía rasgos de que podría hallarse como él manifestaba, atado durante dos semanas. Fue llevado a un centro asistencial por control. Allí, cuando le dijeron que se iba a quedar internado, el chico comenzó a dar más detalles personales.

Mientras se comunicaba con la dirección de Minoridad local, ya que el pequeño no podía estar en una comisaría, el fiscal comenzó las investigaciones del caso. Así comprobó que las direcciones estaban erradas. También se corroboró que tenía 10 años de edad y no 8 como él había manifestado en un principio.

Posteriormente, sobre la 1.30, un delegado del club Villa Mitre, que estaba con el contingente en Mar del Plata, se contactó con las autoridades porque faltaba un niño, y una vez culminada las actuaciones, se le entregó el menor a sus progenitores.