La política busca variantes en el horizonte invernal

Ricardo Salas

rsalas@lanueva.com

   El cambio de ministro de Economía nacional y las idas y vueltas que se dieron luego de eso funcionaron como un paraguas mediático para la política bonaerense, justo en vísperas de la primera semana de receso invernal.

   La agenda pública hace semanas fue absorbida por la suba del dólar blue, el alza inflacionaria y las diferencias hacia adentro del gobierno de Alberto Fernández, y esto le está sirviendo, y mucho, al gobernador Axel Kicillof.

   Este segundo plano mediático no significa que la gestión se haya paralizado, sino todo lo contrario. Por lo bajo, el gobernador siguió llevando adelante giras por ciudades del interior, con el eje puesto en dos temas, la seguridad y la obra pública.

   En cada distrito que visitó, Kicillof hizo algún anuncio sobre equipamiento para la policía, y obras puntuales, sobre todo en el tema viviendas.

   Y ese último tema fue el caballo de Troya que el Gobernador utilizó para ingresar a territorios manejados por intendentes radicales.

   Este acercamiento a los alcaldes boina blanca puede ser parte de una estrategia política que el gobernador viene intentando desde que asumió, que es tratar de meter una cuña hacia adentro de Juntos, para lograr mayor margen de maniobra en la Legislatura. Y las fotos de Kicillof con el titular del foro de intendentes radicales, Miguel Fernández, parecen ir en ese sentido.

   Justamente los jefes comunales de la UCR bonaerense se reunieron hace poco en la sede del Comité Provincia y entre los temas que trataron surgió la necesidad de tener un candidato propio para disputar la gobernación de calle 6.

   Semanas atrás desde el propio Comité bonaerense habían dejado trascender la estrategia de lanzar varios candidatos y candidatas para ver como corrían, incluso surgieron varios nombres -entre los que estaba el titular de la UCR, Maxi Abad- pero no aparecía ningún intendente.

   Ahora, además del jefe comunal de San Isidro y eterno candidato, Gustavo Posse, el resto de los intendentes puso sobre la mesa el nombre de Fernández, mandamás de Trenque Lauquen, y el mismo de las fotos con el gobernador.

   Pero los radicales no son los únicos que están pensando en 2023, y en la mejor manera de llegar posicionados para disputarles el poder a sus socios del PRO.

   Entre los amarillos la cosa no está más ordenada. Hoy, de los tres candidatos en cancha, quien parece más retrasado en la carrera es el último ganador de las elecciones, Diego Santilli, que a pesar de sus incansables recorridas no parece encender las pasiones entre los propios o lo ajenos.

   Con estilos diferentes, Cristian Ritondo y Néstor Grindetti avanzan todos los días en sus propios armados. Quizás el intendente de Lanús corra con alguna ventaja por tener atrás un municipio importante, y porque su voz hacia adentro del PRO, e incluso del resto de Juntos, tiene mayor peso a la hora de tomar las decisiones de conjunto.

   De todas maneras, Ritondo avanza también (con el apoyo de la exgobernadora María Eugenia Vidal), y el tiempo dirá hasta dónde puede llegar y qué espacios puede pelear el año que viene.

   En paralelo, el fenómeno inflacionario acelera la suba de los precios de los alimentos, agravando el escenario social en los populosos distritos del Conurbano.

   La obra pública para apalancar el crecimiento económico se lleva buena parte de la estrategia política de Kicillof quien también está padeciendo los efectos de la inflación y la disparada del dólar en el “Plan 6 x 6 para la recuperación y la transformación” de la Provincia.

   Es que el financiamiento comienza a quedarse corto ante los actuales niveles de los costos, mientras algunas empresas adjudicatarias se muestran renuentes a arrancar con los trabajos pautados.

   Otro de los asuntos que amenaza la agenda gubernamental pasa por la renegociación inminente que el sindicalismo estatal pretende encarar con la política salarial. Piden reabrir paritarias ante la suba de precios que se vienen registrando en góndolas, en sintonía con el fuerte aumento del dólar blue.

   “Necesitamos que la dirigencia política acompañe las decisiones económicas de Silvina Batakis” se escucha en trincheras parlamentarias del Frente de Todos, en señal de respaldo a la nueva ministra nacional, después de su pasado como funcionaria bonaerense del exgobernador Daniel Scioli.

   Incluso, señalan que a partir de la línea que marque el Gobierno nacional, Kicillof “va a continuar acompañando con políticas de asistencia a las pymes y al sector productivo en general ante la crisis inflacionaria”.

   “Estamos corriendo detrás de la inflación pero tenemos un gobierno que se hace cargo porque para eso tiene responsabilidad de gestión, pero también necesitamos que la oposición contribuya a calmar los ánimos sociales”, dicen distraídos desde el FdT, ante el sonido de la chicharra que convoca a sesionar en la Cámara de Diputados que preside Federico Otermín.

   También funcionarios de calle 6, expertos en recorrer la galería que conduce al despacho de Kicillof en el primer piso, buscan amplificar anuncios optimistas de gestión, muchas veces, sin encontrar con esa narrativa una reacción constructiva y positiva en la vereda legislativa de la oposición.