Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Borrón y cuenta nueva para el Mono Pérez: "Apostamos otra vez al taller familiar", expresó

A pesar de la exclusión del domingo pasado, el cabildense tiene varias razones para ilusionarse con su presente deportivo. 

Fotos: Emmanuel Briane y Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com

 

   En cuestión de segundos, a Gastón "El Mono" Pérez lo bajaron de la palmera de un hondazo y le borraron la sonrisa de la cara, tras la muy buena faena realizada, al menos en pista, en la segunda fecha del Torneo Invernal de Midget, disputada el pasado domingo.

   El cabildense fue uno de los hombres a batir de la tarde, ganando su serie de punta a punta y siendo escolta, tanto en semifinal como en la final, del medanense Luciano Franchi en la prueba epilogante, instancia donde ambos brindaron el mejor espectáculo de la programación.

   Pero la alegría se esfumó en minutos; por no tener el cubre batería, el experimentado volante recibió la roja de la comisión técnica y se quedó con las manos vacías...

   A pesar del baldazo de agua fría ("se perdieron buenos puntos pensando en el arrastre hacia el verano"), el resultado en pista les marcó a Pérez y los suyos que transitan por buen camino en busca de recobrar la consistencia puntera de antaño.

   “Más allá de la exclusión, el auto anduvo muy bien durante toda la tarde y eso nos deja muy contentos. Los cambios que se vienen haciendo responden y eso es importante para de a poco ir volcándole todo eso al auto nuevo que estamos construyendo en el taller. Creemos que cuando lo pongamos en pista podemos tener el mismo rendimiento”, contó el Mono.

   “Seguiremos con la motorización de Martín Saldamando, pero volvemos a hacer todo acá en el taller familiar. Por eso queremos aprovechar estas fechas para ir tocando el auto actual y sacar en limpio cambios a implementar en el nuevo”, agregó.

   Luego de tres temporadas delegando tareas mecánicas en Fernando Saldamando, el Mono decidió volver a las fuentes y apostar a la fórmula del taller familiar, con la que tantas alegrías se tuteó en el pasado, llegando a pelear un par de campeonatos.

   “Se extrañaba mucho realmente. Hacer todo acá tiene otro sabor y más cuando las cosas salen bien por el trabajo propio. Con Fernando, al igual que con Darío (Roth), quien me dio una mano en el último año con los amortiguadores, quedé con la mejor y siempre agradecido por haberme abierto las puertas”, explicó.

   “Pero la realidad es que no tenemos el presupuesto para estar en otro taller; siempre estamos a los ponchazos con la plata y, delegando, prácticamente la gastás toda en el auto de carreras. De esta manera, haciendo todo en el taller, nos da más aire en ese sentido, además que tal vez nos terminábamos nunca de estar firmes adelante”, agregó.

   —Con la fórmula del taller no te ha ido nada mal en su momento...

   —No, en absoluto. Sacando las dos últimas temporadas antes de caer en lo de Fernando, siempre obtuvimos muy buenos resultados. En esto del Midget hay rachas, y se darán años donde las cosas no van a salir como uno pretende. Pero ahora volvemos a cero, apostando otra vez al taller y encarándolo de la mejor manera. Hace años no empezamos bien y esa es la idea, estar bien armados desde el comienzo.

   “El auto nuevo recién lo estrenaremos en la cuarta fecha. Para la próxima no voy a llegar con el armado y tampoco le veo sentido apurarlo, para que después quede algo mal y se termine rompiendo. Más teniendo en cuenta que voy a largar desde segunda fila”, agregó Pérez, quien debutara en el Estival 2001/02.

   No hace mucho, luego de la irrupción de la pandemia, Gastón Pérez habló de un posible retiro de la actividad en el corto plazo, producto del lógico desgaste de tantos años acelerando y derrapando en el Héctor Evaristo Plano, que lo vio alcanzar su punto máximo en el Estival 2015/16 tras la obtención del subcampeonato.

   —¿Queda nafta todavía?

   —Llevamos muchos años en esto y el esfuerzo que requiere es muy grande. De hecho está cada vez más difícil, sobre todo si querés pelear adelante. Por eso se decidió volver al taller y agotar las últimas balas haciéndolo en casa y con un auto nuestro, disfrutando otra vez de todo lo que eso conlleva.

   “Estos Invernales tienen otro incentivo. Lástima lo que pasó el domingo, porque con los puntos hechos nos asegurábamos seis para el verano. Pero lo bueno es que el auto está funcionando y vamos por el buen camino. Por eso haremos todas las fechas y eso nos marcará bien dónde estamos parados”, cerró el cabildense.