Ilusión en el BMX Freestyle bahiense, con Agustina Roth como abanderada

Redacción de La Nueva.

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Por Mauro Giovannini

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   “Ando para todos lados, de viaje en viaje, pero por suerte ya me acostumbré y la paso bien. Ahora vengo de estar dos meses en Córdoba porque allá está el único parque de madera del país con las características que me voy a encontrar a nivel internacional”.

   Agustina Roth no descansa, todo lo contrario; no solo se sube a su bicicleta sino que también pasa sus días en un colectivo o un avión. Y no siempre es para competir…

   “Necesité entrenar en Córdoba para prepararme psicológicamente, usar las rampas grandes y afrontar las diferentes dimensiones”, le contó la bahiense a La Nueva. horas antes de emprender camino hacia Montpellier, Francia, sede de la primera fecha del año de la Copa del Mundo de BMX Freestyle, a desarrollarse del miércoles al domingo próximo.

   Roth sabe lo que es ganar en ese tipo de competencias, ya que se impuso en 2017, en Canadá, cuando era juvenil. Además, cuenta con enormes antecedentes internacionales, al lograr la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y la de bronce en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

   “Estoy bien, a nivel nacional me mantengo peleando y en la última competencia que tuve de la Copa del Mundo (NdeR: China, en 2019) entré a la final y quedé novena. Estar en el top ten es bastante bueno, la idea es mantenerme en ese nivel”, resumió.

   Como lamentablemente sucede a menudo por estas latitudes, la deportista debe afrontar económicamente gran parte de su carrera.

   Sus viajes a Córdoba, por ejemplo, podrían solucionarse en un futuro si se logra concretar el gran sueño de Kevin Jerassi, mentor, promotor y entrenador de la disciplina en nuestra ciudad: la creación de un parque olímpico.

    Mientras tanto, un apoyo económico directo, a través de adhesiones o sponsors, sería fundamental para Roth, que luego de Francia debería competir —y sumar puntos para el ranking— en Bélgica y Australia. Estos dos últimos destinos están (por ahora) descartados.

   Algo similar ocurre con su herramienta de trabajo: la bicicleta. Es la misma con la que compite desde 2017 y no se trata de cábalas…

   “Estaría muy bueno entrar a los Juegos Suramericanos, es uno de los eventos más importantes de este año, y para los Juegos Panamericanos del año que viene también me tengo fe”, proyectó, haciendo referencia a Asunción 2022 y a Santiago 2023. En parte, su participación depende de conseguir el dinero.

   El ciclo olímpico se completará en París 2024, una meta que la bahiense tiene entre ceja y ceja después de haber estado muy cerca de ir a Tokio, el año pasado.

   “Me veía en Tokio, teníamos chances. En la última competencia previa Argentina había quedado novena en el ranking y los primeros ocho clasificaban, faltaron muy pocos puntos. Nos quedamos con ganas y lo vimos por la tele, no va a pasar lo mismo con París 2024”, aventuró.

   “Con tal de estar adentro soy la persona más feliz del mundo; quiero estar ahí, vivirlo, contar con esa experiencia, sentir a la gente, que cuando prendan la tele me vean compitiendo, es algo muy grosso… un Juego Olímpico es lo que cualquier atleta sueña”, mencionó.

   Hoy en día, Roth se ubica 28° a nivel mundial, aunque apenas compitió tres veces pospandemia y en torneos que no entregaron puntos gordos. No obstante, a nivel países, el nuestro permanece 13° en la rama femenina por debajo de Estados Unidos, Suiza, Gran Bretaña, Alemania, Rusia (momentáneamente suspendida), Francia, Australia, España, Colombia, Japón, Chile y República Checa.

   “Está todo siendo bastante profesional, el BMX se está moviendo muy rápido y creciendo mucho y estoy muy contenta por eso. Mi entrenamiento va un poco proyectado a los Juegos Olímpicos, por lo que no solo practico con la bici sino que también hago mi parte física y voy a un psicólogo”, relató.

   Roth hizo la puesta a punto para competir en suelo francés esta semana en las instalaciones del Parque de Mayo, las mismas a las que diariamente concurren unos 80 chicos de todos los rincones de la ciudad y que por densidad, la convierten en una de las escuelas más grandes del país.

   “En Bahía pude hacer de todo, hay un resi con una bajada acolchonada que me permite practicar todos los trucos que quiera sabiendo que no me voy a golpear. También hay buen aire con los dirts de las rampas de tierra. Aunque es necesario irse a las de madera porque es la realidad que me voy a enfrentar en Francia, entrenar en Bahía también me ayuda”, contó.

    En ese sentido, adelantó que ensayó “algunos trucos nuevos” porque observó que es necesario innovar “ya que hay muchas chicas que están haciendo trucos parecidos y no quiero copiarlas”. 

   Francia es su destino inmediato y también la estación final a la que sueña arribar Roth. 

   En el medio habrá varios traslados, escalas, saltos y encuentros y desencuentros, siempre bajo la bandera del ciclismo bahiense. Y por qué no, un nuevo escenario donde alimentar la ilusión propia y de sus pares.