Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Análisis: si nos cuesta tanto todo, ¿por qué no tendría que pasarle a nuestra Selección?

Argentina tuvo que llegar a los penales para meterse, otra vez, entre los cuatro mejores equipos del mundo. Sufriendo...

Fotos: NA y Télam

  Después de 8 años, Argentina se metió otra vez entre los cuatro mejores equipos del mundo al vencer a Países Bajos por penales.

  Empezó ganando, amplió la ventaja con Messi en modo leyenda y pareció que todo se encaminaba a un boleto más accesible a semifinales.

  Pero somos argentinos y hay que sufrir, o eso dicen.

"En la caminata al punto del penal estaba muy tranquilo, confío en mi trabajo"

  Los primeros minutos del partido, que quedaron allá lejos en el tiempo, fueron de una paridad extrema; un encuentro de fútbol que se vivió como una partida de ajedrez. Un juego de 11 que por momentos se transformó en 11 duelos individuales.

   Los dos estudiaban y se preocupaban por cerrar caminos y se les complicaba para abrir los propios. En ese contexto, la Selección mostró lo que tenía para dar con ese nuevo sistema: cinco defensores, con Molina y Acuña haciendo bien ancha la cancha.

   Y aunque parecía que le faltaba peso ofensivo, el Rey albiceleste hizo una movida perfecta y dejó a Molina, un peón que se convirtió en héroe, cara a cara con el gol y el ex Boca no lo desaprovechó.

Luz verde para los festejos argentinos en Bahía Blanca

   En medio de tanta igualdad, Argentina sacó ventaja por la genialidad de su estrella y la aparición de un pibe que cumplió su sueño y el de millones.

   Ya en el complemento el juego cambió de reglas. Ahora Argentina mandaba en el marcador y obligó a su rival a regresar al partido.

   Le cedió el terreno y se replegó, con Julián Álvarez siendo un volante más, ante un combinado naranja que adelantó sus líneas y puso más arriba a sus extremos.

   Argentina fue un cúmulo de voluntades individuales en post del beneficio colectivo, que fue guiado --una vez más-- por su capitán.

   Encima, la táctica y los nombres propios volvían a darle la razón a Scaloni (al menos hasta ese momento), porque Acuña se metió en el área y le hicieron penal. Messi no falló y la albiceleste estaba 2 a 0. Estaba todo dado...

   El cierre pudo haber sido una fiesta. Pero Países Bajos salió decidido a vender cara la derrota y lejos de su filosofía histórica encontró la fórmula para vulnerar a Argentina en una de sus flaquezas: el juego aéreo.

   Con envíos directo a sus puntas (el marcador central Virgil van Dijk también se fue de delantero) encontró el descuento. Esto llenó de dudas Lusail y la Selección perdió la brújula, peleó un poco más de lo que jugó y se complicó el final.

   Y hubo que sufrir porque si “la nuestra” es el pase corto, la gambeta, o la genialidad de Messi.. también es el sufrir, el comernos las uñas o hacer promesas frente al televisor.

   Una jugada increíble (y lúcida) en la última acción del partido le dio el empate a los europeos que encontraron la forma de llevar el duelo al alargue. Esa que casi consigue Australia días atrás, sólo que esta vez no nos pudo salvar Dibu.

   En el segundo tiempo del alargue Argentina reaccionó, arrinconó a Países Bajos y mereció ganarlo antes de llegar a los penales. Si hasta pegó un tiro en el palo.

   Pero si a vos te cuesta tanto todo (o casi), si te cuesta llegar a fin de mes, conseguir el mango o un laburo, preparar un final o arrancar el gimnasio, darte un gusto o irte de viaje, pagar los impuestos o el alquiler, ¿por qué a nuestra Selección, que logró una conexión tan grande con su gente, no?

   Capaz por eso hubo que llegar hasta los penales para recién festejar una victoria trabajada y merecida que debió llegar antes.

   Capaz por eso Dibu tuvo que convertirse en héroe, Messi agigantar su figura eterna y Lautaro, por fin Lautaro, sacarse la mufa para que todos podamos festejar después de casi tres horas de sufrimiento.

   "Yo no escucho; trabajo, trabajo y trabajo. En esa caminata al punto del penal estaba muy tranquilo, confío en mi trabajo, en lo que hago", dijo el delantero formado en Liniers. Claro que sí.

   Pero esto también Argentina sigue y habrá que seguir disfrutando y, como ya sabemos, también sufriendo.