Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Un sector que necesita contar con un Plan Nacional de Transporte

Argentina precisará, por lo menos, duplicar las inversiones en infraestructura carretera y ferroviaria en los próximos 20 años. 

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   Los países en desarrollo y algunos de los que están en vías de serlo, han buscado y encontrado las soluciones para los costos logísticos y lograr a la vez un eficiente sistema de transporte de cargas. 

   Se sabe que la logística es un costo de producción y venta. Reducirlos es mejorar competitividad. Para tener una idea: 1 HP mueve, en promedio, 150 kg en carretera, 500 kg en ferrocarril y 4.000 en agua. Nuestro país tiene la posibilidad de desarrollar los tres.

   También es cierto que las economías regionales son las más afectadas por la logística, y, en gran medida este déficit afecta un federalismo pretendido y la integración nacional, a la vez que la falta fomenta la emigración a los grandes centros poblados.

   Sólo se requiere una política de estado de mediano plazo, continuada por los distintos gobiernos, para modernizar y ampliar nuestras redes logísticas. Se debe buscar una multimodalidad para combinar distancias y medios de transporte. Está demostrado que el modo combinado tren más agua, es muy superior al vial carretero. 

   Argentina tiene operables 18 mil kilómetros de vías, de los 48 mil que tenía (hemos dilapidado 30 mil kilómetros). Brasil tiene 28 mil kilómetros y viene construyendo a un ritmo cercano a los 2 mil kilómetros anuales. Estados Unidos tiene 150 mil kilómetros. En eficiencia, Brasil transporta 13 mil toneladas por kilómetro de vías, Estados Unidos, 11 mil y Argentina sólo mil.

   El transporte fluvial está casi desaprovechado salvo en el río Paraná y sólo nos refugiamos en un arcaico sistema de rutas para transportar el 85% de las cargas en camiones. Sale más caro el flete de un producto exportable desde Mendoza al Puerto de Buenos Aires que desde Buenos Aires a China.

   Hay que tener en cuenta que tanto el ferrocarril como el agua son modos convocantes de innovaciones operativas y tecnológicas de alto potencial de cambio; no sucede lo mismo con el transporte por ruta. 

   Un simple pie de mayor calado representa un adicional de carga de 2000 toneladas y un sistema de transporte ferroviario con reducción de peso estructural puede representar un 30% más de eficiencia y la introducción de los contenedores hace 30 años, representó una caída del costo de U$S 6 a U$S 0.16 por tonelada movilizada. 

   Hoy los trenes de carga no pueden superar los 35 km promedio de velocidad por el estado de la infraestructura.

   Es necesario comenzar a trabajar en un Plan Nacional de Transporte, que comprometa dineros públicos de varias generaciones y, a su vez, proporcione beneficios tangibles a las mismas. Un ferrocarril o una ruta, o el uso de un río, un puerto o un aeropuerto no esconden ideologías. 

   Pero no se puede desconocer que hay intereses aferrados que hay que entender y no dejar de lado. 

   Argentina muestra niveles de infraestructura por habitante superiores al promedio de la región e invierte unos USD 3.000 millones anuales en infraestructura carretera y ferroviaria, pero las inversiones necesarias para alcanzar niveles de infraestructura por habitante equivalente a los países desarrollados deberían ser 8 veces mayores. 

   El déficit en el stock de infraestructura, con relación a los países desarrollados, es de un 70%, y de un 40% con relación al promedio mundial. La brecha de infraestructura se ampliará de no producirse un salto en los niveles de inversión. 
Argentina necesitará por lo menos duplicar las inversiones en infraestructura en los próximos 20 años.

   Para alcanzar los niveles actuales de infraestructura per cápita de los países desarrollados, debería invertir en expansión de infraestructura un 4,2 % anual del PIB, además de destinar un 1,2 % anual al mantenimiento.

Datos ilustrativos

--La facturación bruta de la soja exportada en un año ronda los 20 mil millones de dólares, el equivalente a la reconstrucción de 17 mil kilómetros de vías férreas. Una formación ferroviaria de carga con locomotora y 60 tolvas ronda los 6 millones de dólares.

--No debemos pensar solamente en agroalimentos. Para Argentina vienen grandes desafíos en Energía, y la logística, en todos los casos, es un factor determinante en la ecuación exportadora. A la que se deben agregar ampliaciones portuarias, playas multimodales, accesos al producto y al mercado.